Cuando fuimos a Ciudad Rodrigo el día de las grandes nieves, un pito sonaba gravísimo entre los badajazos de la campana gorda. Hará dos semanas que la caballería lanzaba al encierro prado de Fuentesaúco adelante y salió como furia a espantar... un dulzainero; ahora ya he perdido la cuenta de las veces; no falla : donde haya cuernos habrá o una dulzaina o un pito –gaita para los zamoranos- dando al acto la música conveniente.

En las plazas tienen pasodobles; flamenco en las lúdicas de bastantes toreros y en los toros corridos populares tenemos nuestra música tradicional, de modo que los dulzaineros o por afinar más, los músicos tradicionales son parte principal del quehacer taurino

Celebró Tordesillas el XIX Concejo Abierto de los Dulzaineros del Toro de la Vega, cita obligada para escuchar, tomar el pulso de nuestra música tradicional y estar un rato con los "guardianes de la tradición" como puntualizó el Dulzainero Mayor Jorge Bayón.

Vaya rato! Impagable! Ya el sábado 15 entramos en harina con Luis Ángel Fernández, Noé Plaza y Mario Castán, maestros en la Escuela de Dulzaina "Tierra de Pinares"; mano de acero en guante de seda, Luis Ángel expuso el método seguido por aquella modélica escuela, donde la tiranía de un ordenador repleto de encore, sibelius y todo el software imaginable, obliga a la precisión total; la disciplina del Fuero de Benavente con la tecnología del siglo XXI unidas para progresar sobre bases firmes ¡qué lejos queda esto del folclore! Y cómo suenan! Como los ángeles; quien vaya de toros a Aldeamayor se regalará a mayores con estos magníficos músicos tradicionales. Se entregó un CD –que el lector puede solicitar a esta página- con la conferencia y el método.

El Domingo amaneció con dianas y encuentros; allí estaban los veteranos como Jonás Ordóñez; Alejandro Pasalodos, Librado Rogado el divino etc..; pero también los mozos como Luis Ángel Fernández y sus gentes, los Dulzaineros del Risco –sorpresa de este Concejo- y otros muchos, grandes y chicos; la canción vino del sur de Castilla con el grupo Pliego de Cordel que levantó a la gente de los asientos y nos faltó Vanesa, contratada por la Caixa para mostrar en aquellas tierras lo que es la verdadera música nuestra. Cuánto saben estos catalanes..!. No faltaron dulzaineros ventureros; éstos, huyen del escenario, pero se juntan a la comitiva buscando sentirse parte del todo; tampoco faltaron danzantes para la Rueda que se baila en el centro de la plaza, ni flores para Doña Juana, ni recuerdo para los capitanes comuneros.

Hubo un momento especial, cuando el Dulzainero Mayor abrió el Concejo, llegado al capítulo de felicitaciones, dijo :

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Y la sala puesta en pie estalló en un aplauso. Las gentes de Toledo, Madrid, Ávila, Segovia, Zamora, Valladolid etc... hablaban con claridad meridiana. Viva el Toro Vega!

Se fue el día con el sol y dos dulzainas sonando en la Plaza Mayor.

Nos veremos en Íscar, cuando al calor de su jota suelten miuras y fuenteymbros. Nos veremos en Cuellar, cuando las mujeres bailen "a por ellos". Nos veremos en Medina cuando al sonar de "los novillos" entre –este año sí- el encierro. Nos veremos el sagrado Martes de la Peña, cuando las lanzas suban victoriosas por San Antolín nimbadas por "Llegó la Peña". Nos veremos entre los hielos de Medinaceli cuando los gaiteros se recorten sobre la hoguera y nos veremos por los cientos de pueblos donde se corren toros y tocan nuestra música. Sonar la dulzaina y vibrar por dentro, todo es uno; lo mismo que cuando se divisan sobre el horizonte unos puntos negros entre ligera nube de polvo. Nuestras eternas "cosas"