En la mañana fría del pasado 27 de noviembre, de manos de José Antonio Rico Ovejero. 60 personas vecinas de Cuellar, Íscar, La Seca, Rueda, Medina del Campo, Villalpando y Tordesillas, abrigadas hasta las cejas salimos desde el foraño hacia tierras charras. No faltaron para hacer frente al frío, los chupitos de aguardiente que Roberto Fernández y Pablo Álvarez nos obsequiaron. Así como las pastas donadas por Dulces Ana.

     Sobre las 10 de la mañana llegábamos a la primera de las ganaderías “La Ermita” en Buenamadre. Fuimos recibidos por Julián el mayoral de la ganadería, quien nos condujo en dos viajes hasta los diferentes cercados donde se encontraba el ganado.
En el cercado de los cuatreños pudimos ver, sentir y disfrutar de la nobleza del toro bravo “Meloso”, uno de los sementales de la ganadería de encaste Atanasio que fue criado de pequeño a biberón, probado en tienta de utrero y aprobado para semental, pasando y diseminando su bravura a su descendencia, sin olvidarse de la mano que lo amamanto de chico, se dejó fotografiar y acariciar para el deleite de todo aquel que se bajo del remolque.

     Después de almorzar y hacer entrega a Julián de unos polvorones del Toro de la Vega junto a vino de la tierra, nos dirigimos a “Linejo”, finca donde pastan los toros de la ganadería de “Montalvo”.

      El ganadero Juan Ignacio Pérez -Tabernero nos abrió las puertas de su casa ganadera, enseñándonos en primer lugar sus preciados Mastines Españoles .En un remolque adecuado al efecto de enseñarnos los cercados, fuimos viendo los cuatreños, utreros y erales de encaste Juan Pedro, donde vimos también algún toro de encaste Martínez.

      Allí y como estaba anunciado se procedió a la suelta de dos vacas para los más valientes. Quienes hicieron las delicias de los que no lo fueron divirtiéndonos con sus cortes y saltos.

     Comimos en la Rad unas almejas con alubias acompañadas de un solomillo en su punto, que junto al vino y el chupito nos hicieron calentar motores, haciendo ganas para la última visita a la ganadería de “Los Bayones”.

     Vimos toros con cuajo y seriedad propios del encaste Atanasio- Fernández. La noche se nos hecho encima regresando a Tordesillas con un buen sabor de boca, habiéndonos olvidado del frío recordando el buen día vivido.