El sábado 1 de Julio Villaseca de la Sagra celebraba el “Día de
la Tauromaquia”, o por más precisar: el “Día Internacional de
la Tauromaquia”, como afina el muy aficionado público de esta
buena villa toledana. Por 20 euros se tenía acceso a las funciones y
a una comida de hermandad muy bien prevenida que servía para
establecer relación informal entre aficionados de lejanos lugares;
nada parecía improvisado,
Dos eran los objetivos de la jornada, por una parte fomentar la
afición y por otra instruir a la gente joven sobre qué es la
Tauromaquia, buscando a mayores pasar un estupendo día taurino.
Respecto a qué es la tauromaquia, en aquellos pagos tienen las cosas
mucho más claras que en estos de Castilla-León; allí, en la Castilla
Sur, llaman Tauromaquia a lo que siempre se ha llamado Tauromaquia;
es decir, a la relación material/inmaterial hombre-toro, mientras
que en la Castilla Norte y en la Centro, tauromaquia es oficialmente
la corrida al estilo ilustrado siglo XVIII, pomposamente declarada
patrimonio cultural de las galaxias y seña de identidad del Pueblo
Castellano. Oficialmente, claro, porque los usuarios del Duero, de
las Sierras y de la Transierra consideramos otras cosas en las
antípodas de los hombres del boletín.
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Villaseca es ayuntamiento de los nuestros, de los que conoce la
historia, no renuncia a sus raíces por unos cuanto bocahuchas y
considera que el Día de la Tauromaquia debía ser de función
completa, proponiendo especialidades entre las que también tuvo
cabida la montera con la Final del “IV Certamen Alfarero de Plata”
para novilleros sin caballos, pero como otra especialidad más.
Hubo función muy lucida de tauromaquia popular con toreo a cuerpo a
cargo de “Las Promesas de Toledo”, anillas a cargo de José
Manuel González “Poca” y Jaime Orenga, y la siempre imponente
intervención de los forcados amadores “Aposento da Chamusca”,
sobre todo si sale un toro hecho y derecho y no está embolado.
Resulta admirable el pundonor de estos toreros a cuerpo luciendo un
espíritu de equipo por el que cualquier empresa pagaría lo que
fuera.
La cosa fue todavía más allá cuando el ilmº ayuntamiento,
posiblemente considerando que ya está bien de marginar a la
especialidad taurina llamada toreo cómico, metió en el programa la
troupe de enanitos toreros “Diversiones en el ruedo”.
Proscritos, malditos, perseguidos, odiados ardientemente por los
variados pirulis de esta república de la risa, los enanitos toreros
tiran como pueden tratando de zafarse de tanto papaíto salvador, de
tanto ser angélico que para devolverles la dignidad perdida les ha
puesto en la puta calle y lo que aún es peor, les ha prohibido vivir
del oficio que les gusta. ¡Que les hablen a “los pequeños”, como se
llaman ente ellos, de libertad!: Se parten de risa. Y es que para el
piruli que un “pequeño” viva de desnudarse en despedidas de soltero
es normal, pero que ande toreando … ¡es degradarse!.!Velay lo que
entienden por honor!.
Pues en Villaseca tuvieron su hueco y sorprendieron, porque “los
pequeños” saben latín taurino, lengua necesaria si se quiere hacer
toreo cómico en serio. Ya resulta grato verles mover a la chota
hasta colocarla de modo que no se enquerencie nunca; admirable cómo
so color de su presunta limitación física, dejan llegar al bicho
para que el espectador considere la cogida segura; entonces, con
agilidad de demonio quiebran o bien se dejan empujar, pero siempre
sin perder pie y han vuelto a traer a nuestras plazas lances
renacentistas como el del barril o el de parchear desde el suelo,
que para verlos había que ir a las corralejas colombianas.
No sólo es cosa técnica, es un conocimiento preciso de los cimientos
de nuestra psiquis; cual si fueran aquellas compañías de autores
barrocos que iban de pueblo en pueblo a las octavas del Corpus
entreverando loas al Santísimo con bailes justo al límite de la
obscenidad, estos artistas dan cabida a las novedades de los tiempos
aplicando la receta heredada de Grecia: Comenzar atrapando la
atención del espectador mediante la provocación u otro recurso capaz
de romper el marco.
En Villaseca salieron tres elementos con una pancarta pintada a
pulverizador: ¡VIVA ESPAÑA!. Como Manolete en Méjico o Bienvenida en
Madrid. En un país normal dar vivas a ese país sería la cosa más
natural; aquí no, de modo que ya empezaban “provocando”. Pronto se
añadió a la comitiva un individuo disfrazado de Pablo Iglesias que
muy gentil saludó a los tendidos dando a entender que -nuevo San
Pablo- se había hecho taurino; y así comenzaron, como siempre.
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Cuando se meten en harina y comienzan a divertirse, son capaces de
transmitir esa alegría natural a los tendidos, especialmente a los
chicos pero también a los grandes, porque gente de la farándula al
fin y al cabo sus chistes, incluso los muy manidos, cobran frescura.
Qué decir de cuando hablan con el toro como si fueran animalistas y
le cuentan su vida; creo que fue en Mojados donde una de estas
troupes organizó curioso número: Dos pequeños tomaban asiento y se
ponían a leer el periódico mientras otro, a punta de capote trataba
de miscarles la chota para que les embistiera; parte del público iba
con el del capote; la otra parte con los del periódico, y aquello
era una Troya: ¡Cuidado! . ¡Sinvergüenza!. ¡Que os coge!.
¡Cógelos! .. Lo sencillamente amable, humor elemental sin hiel,
del que aborrece el urbanita y que a los paletos nos encanta.
Por cierto; cayó un tormentón, nos pudo tibios, se llevó la luz ...
pero aún chorreando agua, en lo que calentábamos a oscuras con un
aguardiente, era pensar en el número y reírnos carcajadas. ¡Qué
caras ponía el enanito malo!. ¿Y los del periódico?: Como la mujer
de Lot.
Bien, pues algo tan amable –para nosotros- y tan sin malicia, ha
sido condenado por los medios de comunicación formadores de opinión,
dificultado por las chafarrinonas legislaciones vigentes y puesto
-como todo lo viejo- en el punto de mira del fusil del progreso.
¿Por qué?.
Y sin embargo hay esperanza, porque aún quedan ayuntamientos como el
de Villaseca que se lleva a los de “Diversiones” a torear y
que aún declara:
“Villaseca de
la Sagra quiere dejar claro que la Tauromaquia forma parte del
patrimonio histórico y cultural de todos los españoles desde
tiempos ancestrales y la fiesta de los toros y los espectáculos
taurinos populares son algo vivo y dinámico del pueblo español y
que esta localidad seguirá promocionando y fomentando”.
Tomen nota los del Ministerio de Cultura; tomen nota las Consejerías
varias del ramo de las muchas y muy variadas juntas autonómicas; La
Mesa del Toro; la Fundación del Toro de Lidia, las Asociaciones de
picadores, novilleros, matadores, ganaderos, mulilleros,
taquilleros, los ayuntamiento cobardicas que no duermen pensando qué
dirá el señor gobernador etc … ; en fin, todos aquéllos que miran
hacia arriba entre temores y dudas. Más claro, imposible. ¿Se
espabilarán?.
Villaseca de
la Sagra es un orgullo para los que gustamos de la libertad.
