El Patronato del Toro de la Vega reúne en las Casas del Tratado la obra de una muestra de artistas tordesillanos con un factor común: Las funciones taurinas populares hacen vibrar su sensibildad y expresan tal circunstancia en un soporte.

     La muestra, al estilo del Patronato, reúne piezas de artistas vivos y de artistas muertos, de diferentes edades, diferente formación,  ejecutadas con técnicas diferentes y de calidad diferente; piezas que respiran la frescura del toro arrebañando talanquera, la tensión del toro amontado entre majuelos con la caballería tratando de extraerle, el corte a cara de perro en cualquier rincón de nuestras calles, la torerísima mirada del viejo o del niño tras la reja de su casa al paso del cinqueño y esos mil lances que hacen del toro popular un segmento clave en el genoma cultural castellano e ibérico y que tal vez por eso nos quieren arrebatar.

     Del 9 al 18 de noviembre el aficionado tiene una cita en las casas del Tratado, una cita  emocional y cultural. ¿No dicen que la tauromaquia es cultura?, pues aquí está nuestra Cultura en el pleno sentido Orteguiano; no una forma de satisfacer necesidades estéticas al modo como lo entienden los de montera, sino un reflejo del modo de ser y estar que tienen los Pueblos ante la vida y la muerte configurado en rito o en ceremonia, algo mucho más serio y completamente distinto. Que la dialéctica no nos engañe.