El sábado MAR 16 se celebró en la finca “los Expolios” una
capea muy especial; por una parte toreaban los “Maestros de la
calle”, cuadrilla compuesta aquella tarde por Manuel Gorostiza,
Sergio Gómez, Aitor Barragán, Alejandro Viña y César Fernández mas
los voluntarios que quisieron echar su cuarto a espadas; tan selecta
cuadrilla dio recital completo de las suertes a cuerpo y a trapo,
demostrando Fernández cómo es posible parar poco a poco a la más
furibunda vaca si eres capaz de colocarte en su zona muerta de
visión frontal, topar la mano en la frente para que te sienta encima
y correrla a la distancia justa circulando hasta que se rinda: Se
rinde.
|
Por otra, el ganado eran cuatro magníficas bravas de la marca Sergio
Vegas; es decir Domecq /Atanasio /Lisardo convenientemente tentado y
seleccionado para llegar a un género particular de pinta berrenda,
urraca, entrepeladas con accidentales blancos y negro mulato en
franciscano; de aparatosa cabeza, potencia, codicia, velocidad y una
capacidad para aprender tal, que a poco que se aplicaran serían
capaces de resolver la Conjetura de Collatz , uno de los problemas
matemáticos aún no resueltos.
Y no creas, lector, que exagero; pero si aún dudas, pregunta en la
Dirección General de Protección Animal. Para nuestro caso, como
erraras, estabas perdido; tales calidades mantenían viva la atención
de los aficionados.
Por otra, reinaba ese ambiente tan sosegado, amable y franco como
tenso e inquietante propio de las funciones populares, pues todos
sabemos lo que se aproxima y que a nada que Fortuna mueva hilos, te
puedes ver metido en harina; vamos, que estás en una función
ceremonial donde lo que menos vas a encontrar es diversión; el “ocio
y recreo de la ciudadanía” del que habla el cipayesco Reglamento de
Espectáculos Taurinos de la Junta de Castilla y León; esos vendrán
después, cuando guardados los toros llegue la hora del cubata con el
que celebrar el sosiego de ánima adquirido, la autoafirmación en
nuestras raíces y toda la lista de bienes inmateriales que obtenemos
de nuestras funciones taurinas tradicionales.
Por otra, la función
era gratuita, corriendo los gastos por cuenta del mecenas Eladio
Vegas, uno de los grandes jinetes castellanos, ganadero y otras
muchas cosas. Mecenas taurino que puso plaza, ganado, organización y
aún fiesta con músicos. La manera de manifestar públicamente en
Castilla la calidad, señorío y auctoritas de una persona era y es
obsequiar a la afición con toros.
Cada época ha utilizado para ello
procedimiento distinto buscando el mismo fin: Honra. Por eso hay una
tauromaquia popular de mecenazgo paralela a la reglada votiva y a la
accidental. Aquellas fastuosas funciones dadas y pagadas en la
Tordesillas barroca por los Vegas, Villarroeles, Zuazos, Reguilones
etc … mecenas de cofradías sacramentales, junto a otras más
sencillas, como la suiza que celebró D. Diego de Vega cuando cansado
de mover la pica en el Tercio Viejo de Nápoles regresó a
Tordesillas, perviven hoy en las capeas de despedidas de soltero, de
cumpleaños o simplemente, capeas de porque sí, porque lo pide el
ánima y más como cuando ahora, asoma la primavera orillas del Duero.
Me dicen que el sábado próximo Eladio Vegas da otra capea y ahora,
con la Caballería. ¿Hay algo más vivo que la tauromaquia?.
Gracias, mecenas
torero.