Habiendo fallecido el Maestro de Cátedra del Colegio de Lanceros D.
Luis Martín Arias, se propuso a la Junta del Patronato que conforme
se declaraba en las Ordenanzas para el Inmemorial Torneo del Toro de
la Vega 1.986, Cap. IX sobre los maestros de lanza y cátedra y Cap.
X. Sobre la muy sabia y heroica Orden del Toro de la Vega, el
Concejo Abierto de dicha Orden debía ejercer el derecho premial
cuando conviniera, sobre los individuos cuyas obras les hicieran
merecedores de recompensa, para así agradecer los hechos de armas o
de letras realizados.
El Maestro Arias durante largos años defendió
incansablemente nuestro Torneo ante los innumerables enemigos
visibles y tapados, sin reparar en los costes que para su promoción,
quietud de vida y progreso académico y social pudiera tener ser
paladín de la Tradición en tiempos de olvido.
Estudio las
complejidades de nuestra ceremonia como sucesión ordenada y lógica
de ritos con claros fines que aplicados, cristalizaban en una mejora
ética para el individuo y moral para el grupo.
Torneó en varios
torneos, por lo que sabía experimentalmente las aristas afiladas de
la materia que trataba, el precio de los bienes a pagar en miedos y
el sabor de las virtudes que en los arenales del Palenque se
practican.
Organizó los congresos internacionales para reunir
teóricos de todo el mundo Occidental al objeto de potenciar mediante
el conocimiento la Tauromaquia Popular y sus paradigmas. Y, en fin,
tantas y tan buenas obras hizo para con nuestra tauromaquia y Torneo
que no honrarle sería negra ingratitud, por lo que se acordó
conforme a Ordenanza y a experiencia despedirle con honras.
Señala
nuestra Ordenanza 1.986 que cuando muera maestro o individuo
relevante, se hicieran en su obsequio honras conforme nuestras
antiguas tradiciones para así reconocerles sus méritos y despedirle
cumplidamente; por tal razón y a tenor de lo expuesto, la Junta del
Patronato acordó:
Celebrar honras al
Maestro de Cátedra D. Luis Martín Arias, torneante en el Inmemorial
Torneo conforme a nuestra Tradición el día 30 de Noviembre de este
año de 2.024 en el crucero de la iglesia de la Antigua de
Valladolid, después de una misa con responso pro anima conforme al
siguiente protocolo..
Que el Presidente del Patronato pronuncie el
elogio fúnebre.
Que el Dulzainero Mayor toque en honor del Maestro
nuestro himno de Habas Verdes.
Que los intendentes distribuyan vaso
de vidrio y vino verdejo a los asistentes para brindar en la
despedida y luego toque nuestra dulzaina “Llegó la Peña”.
Despida el
Presidente el acto ofreciéndose a los familiares y téngase banquete
funerario.
Póngase cera a Ntra. Sra. de la Peña.
Y así se hizo
puntualmente.