1980

Este año de 1980 los festejos dejaron de celebrarse en el incomparable marco de la Plaza Mayor, como consecuencia del hundimiento producido en el inmueble número 1-3 de la Calle de San Antolín, después de haberse celebrado la procesión de la Patrona. Los festejos no se celebraron en la plaza por motivos de seguridad, siendo trasladados a una plaza portátil cedida por el Ayuntamiento de Laguna de Duero que se instaló en el conocido "hoyo de la carretera de La Coruña".

Hubo este año muchas voces y follones cuando algunos individuos pidieron que el Toro de la Vega se metiera en encierro en la plaza. No fue así, y los continuos abucheos a la autoridad por su negariva se reprodujeron el último día "con el abandono del palco por el alcalde, sin ninguna explicación". Luego, parte del público soltó los toros por la plaza, colocándose un individuo en la Presidencia, haciendo las veces de Presidente del festejo.

Este año, el Ayuntamiento editó una colaboración en la contraportada de programa de festejos, reproduciendo una colaboración del que fuera cura ecónomo de Villavieja del Cerro, Jonás Castro Toledo, titulada "Una lanza a favor de la verdad" en donde cuestionaba la antigüedad del Toro de la Vega, dándole cien años, lo que provocó una formal protesta capitaneada por la Asociación Cultural "Amigos de Tordesillas", editándose un texto, como pie de una caricatura del sacerdote en cuestión y un escrito de un libro de visitas de la Iglesia de San Pedro, que comienza en 1555 y donde se habla de los "Toros de la Vega".

La Comisión de festejos, ante los comentarios crecientes, algunos de ellos descarnados, presenta al alcalde la dimisión pocos días antes de empezar la fiesta, aunque algunos miembros matuvieron su presencia cuando los programos se retiran de la circulación.

Esta y otras causas desembocaron en ruidosas protestas de algunos vecinos en la plaza de toros portátil, gentilmente cedida por el Ayuntamiento de Laguna de Duero, ante el Alcalde.

La lidia del Toro Vega de este año resultó, según las anotaciones "sin pena ni gloria" y la fiesta de este año fue pregonada por el periodista Antonio Hernández Higuera.

El toro titular de este año era de Victorino Martín y, aunque parecía buen toro, fue preciso sustituirle por cojera ostensible. Se corre en su lugar una res de Luciano Sánchez Covaleda, cárdeno, astifino y veleto, el cual hirió levemente a uno en el Empedrado y derrotó contra el malecón de piedra, rompiendo una de las piedras y escobillándose el pitón. Con querencia a quedarse en la Vaquera, fue bajado a punta de capote por Antonio de la Cruz "el pajarito". Se detiene al comienzo del camino de Foncastín y, cercado de caballos, es alanceado entre otros por José Gutiérrez y por Emiliano Rojo "morucho". Hubo la consabida discusión acerca de quién era el matador del toro.

Hay que señalar aquí que en la Hoja del Lunes de Valladolid correspondiente al 1 de septiembre de 1980, una colaboración un tanto más "pacífica" firmada por Jonás Castro cambió la música que sonó tan destempladamente en el programa de fiestas. No obstante y en honor a la verdad, decir que la colaboración titulada "Tordesillas. Nuestros festejos más antiguos", comienza con un expresivo: "La antigüedad de nuestros festejos puede remontarse a mediados del siglo XIV, desde entonces tenemos constancia escrita".

Esta constancia escrita de los libros municipales de cuyo contenido ya hemos dado suficientes datos, nos dejó dicho que lo ordinario era tener como habitual dos corridas de toros, una en San Juan y otra en San Roque, ya que el concejo arrendaba los pastos y el carnicero que se quedaba con ellos estaba obligado a abastecer de carne a la población. El primer libro conservado data de 1539 y se acuerda pagar los lutos de la emperatriz Isabel con la venta de los toros que el carnicero tenía quedar por San Juan y San Roque. En fin, correr toros, "fiesta ordinaria en estos reinos", es algo evidente, junto con los torneos en la plazuela del Palacio Real mientras que estuvo habitado, como en la plazuela llamada del Torneo cerca de la Iglesia de San Miguel, para divertimento de unos, solaz y esparcimiento de otros y "dolores de cabeza" de algunos.

Evidentemente que aquel hecho sucedido en 1980, dentro de los propios "muros" de la villa, cuando desde la propia publicación oficial se trata de denostar al festejo por el que tanto se ha luchado para preservarlo y adecuarlo a los tiempos modernos, fue causa de unidad y sentido de protección de lo que es suyo, de lo que es la raíz popular de lo tordesillano.

El último párrafo que escribe Jonás Castro en el citado periódico vallisoletano, y que luego citará en la Colección Diplomática de Tordesillas como "menos polémico" ante el anterior que lo considera como "una documentada precisión contra ciertos errores" ha originado que no se pueda olvidar su opinión, que siendo personal, cada uno puede tenr la que quiera, sino que, pese a los años ya transcurridos y aunque el tiempo se al bálsamo que casi todo lo cura, haya sido preciso traer a colación, para conocimiento del lector. El párrafo en cuestión decía:

Hay una razón de espacio que obliga a dar suelta a estos festejos y de los novillos o toros que se lidian, alguna se deja bajar a la vega, lo que el animal hace con prisa y con gusto por su querencia a la naturaleza. La expresión "y que uno de los toros se suelte a la vega" en principio significa que allí le puede correr el pueblo a sus anchas; después se va haciendo costumbre,la denominación se abrevia y algunas palabras se escriben con mayùscula. Tenemos ya el Toro de la Vega.

La Tradición es que se lidie con unos determinados cánones, no puede ser un vulgar linchamiento. Dos cosas se exigen que le dan valor y elegancia: El hombre con su lanza en la mano y el caballo que le lleva hacia el toro. Ya son cuatrro generaciones las que se han subido al caballo de la ilusión con la pica de su valor en la mano: su antigüedad no es el mayor problema, pues cada año tenemos que dar esa prueba, lo cual le da a este festejo una perenne actualidad.

"UNA LANZA EN LA VEGA"

Con ese "papo" tan tordesillano que dice nuestro Toro de la Vega, queremos intruducir un acuerdo que figura en el folio 193 de un libro de visitas que da comienzo en 1555, correspondiente a la Parroquia de San Pedro de Tordesillas y que firma el Visitador del gremio y Universidad de Salamanca Don Gabriel Sánchez de León, el 26 de agosto:

"Otrosí por quanto toda ajitación de toros esta proibida por los Sagrados Cánones fundados en dotrinas de los Sanctos Apóstoles como fiestas propiamente de gentiles, respecto de estar informado que en esta villa A Y MUCHOS SACERDOTES QUE CON HAVITOS INDECENTES Y BARA LARGA SALEN A CAVALLO ASSI POR LAS CALLES COMO POR EL CAMPO con que se hacen desestimar de los seglares mezclándose con ellos mesmos, manda S.I. que de aquí adelante NINGUNO QUE ESTE ORDENADO de Orden Sacro salga en la dicha forma ni en otra a correr ni encerrar los toros y lo cumplan pena de excomunión mayor y 4.000 maravedises aplicados para obras pías a voluntad de S.I. y de 20 días de cárcel y con apercivimiento que se procederá contra los transgresores del mandato con todo rigor..."

Y en el margen de este párrafo del mandato número 12 se dice :"QUE NO SALGAN LOS SACERDOTES CON BARA LARGA A LOS TOROS DE LA BEGA".

Unicamente pretendemos, con cierto cariz pintoresco, dar fin a de una vez por todas a la polémica entablada a consecuencia del programa de festejos del Ayuntamiento.

Que sea la sonrisa, al menos, lo que en los labiosde los tordesillanos se manifieste estos días y losdel resto del año; y que estén tranquilos, que el PATRONATO DEL TORO DE LA VEGA de la Asociación Cultural "Amigos de Tordesillas" velará por el festejo y por cuanto tenga relación con Tordesillas si ésta fuera atacada o malinterpretada.

¡!FELICES FIESTAS!!

HUNDIMIENTO DE EDIFICIOS ALEDAÑOS DE LA PLAZA MAYOR DE TORDESILLAS. Sesión Extraordinaria de Urgencia celebrada por el Pleno el dia 12 de septiembre de 1980.

"En la villa de Tordesillas a doce de septiembre de mil novecientos ochenta, siendo las diecisiete horas y previa convocatoria cursada al efecto, se reúnen en la sala capitular del Ilmo. Ayuntamiento para celebrar sesión bajo la Presidencia del Sr. Alcalde D. José Elias Pérez Barragán, los tenientes de alcalde D. Miguel Angel González de la Cruz y D. Amador Galicia Merinero, los señores concejales D. José Maria Pascual Vacas, D. Juan Manuel Hernández Altabás, D. Epifanio San José Gaitán, D. Antonio Mª Uribe Zorita, D. Donato González Iglesias, D. Eduardo Rollán Sigüenza y D. Antonio Pérez Barragán, habiendo excusado su asistencia D. Claudio García Escudero, D. Bernardino Bazán Galván y D. Jesús González Martínez, asistido de mí el secretario que lo es de la Corporación (Javier García Quiroga).

Se abre la sesión y del contenido de los informes técnicos emitidos al efecto se ha personado una comisión al Sr. Gobernador Civil de la provincia a quien se le ha planteado el gran problema que tiene Tordesillas de no poder celebrar los festejos tradicionas en la Plaza Mayor. Ante estos hechos y con la corroboración de la primera autoridad provincial, acuerda que no se celebren los festejos en la Plaza Mayor en previsión de daños que puedan ocurrir a personas, cosas, incluso muertes. La Corporación espera que el pueblo se dé cuenta de la magnitud de este problema y que siempre será mejor prevenir que lamentar.

La comisión nombrada al efecto se ha trasladado a Laguna de Duero y ha solicitado de su Ayuntamiento la Plaza portátil para la celebración de los festejos taurinos en Tordesillas, el lugar de emplazamiento se señala en el solar comprendido entre la carretera de Madrid-La Coruña, Gasolinera Lofer y Barrio de la Providencia.

El festejo del Toro de la Vega al igual que los demás festejos se llevarán a efecto lo mismo que en años anteriores.

Por último esta Corporación espera una total colaboración del pueblo tordesillano puesto que quiere un mayor beneficio de todos.

Y no habiendo más asuntos que tratar, de orden de la Presidencia se levanta la sesión a las dieciocho horas treinta minutos de la que extiende la presente de que certifico".

Firmas originales de todos los citados.

Como consecuencia de haberse derribado el edificio de la Casa Consistorial para levantar uno de nueva planta, por la ruina a que había llegado, y que ya se ha especificado en el año anterior, para realizar el "trampantojo" de la pared frontal de la fachada principal, se pinta por los artistas locales un mural alusivo a la lidia del Toro de la Vega en dicha Plaza Mayor. Ese mural recogía a través del tiempo la evolución posible de dicha fiesta. El mural medía 22 metros de largo por 2,50 metros de ancho y en él intervinieron Juan Sánchez Duque, Victoriano Redondo del Villar, Quintín Muelas García, Quintín Muelas Pascual, José Ramón Muelas García, José Luis Feijoo, autores del dibujo, José Fernández Domínguez con la intendencia, Angel Alvarez Taladriz y Alfredo Silva Almeida con su dirección artística y otros. Como Quintín Muelas García colocó en la leyenda: "Se fizo el día de Sant Yago. Anno de mil novecientos e ochenta". Dicho mural presentaba un toro ibérico en el centro; a ambos lados del mismo personajes a pie o a cabllo en el alanceamiento. En uno de los extremos la vista de Tordesillas en una composición simulada con los personajes de las distintas épocas del tiempo que han pasado o vivido por Tordesillas.

El pregón de las fiestas de ese año, 1981, corrió a cargo de quien esto escribe y fue pronunciado desde la balconada del patio del Real Monasterio de Santa Clara. La presentación, corrió a cargo del entonces Concejal de Cultura del Ayuntamiento Donato González Iglesias y es digno de citar que la referencia al pregón que hiciera Fernando Valiño fue reproducida por el Norte de Castilla a donde remito a quien desee ampliar la información.

Este año se celebra una exposición filatélica con el Toro de la Vega como motivo y se concede un matasellos especial por la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones, editándose también el sobre de la exposición timbrado con un sello de toros de los años 60. Fueron notables dinamizadores de esta exposición, que originó largas colas en el sitio en donde estuvo expuesta, Juan Antonio Rodríguez y Gregorio Rodríguez Martín así como la Asociación Felatélica Vallisoletana, colaboradora del acontecimiento. Como anécdota decir que a las tres horas de inaugurada la exposición se vendieron un millar de sobres del primer dia.

El matasellos especial llevaba un dibujo de un toro en el momento de embestir y como motivo central una lanza. La leyenda que se circunscribía decía: "III Año Internacional del Toro de la Vega. Tordesillas. 12-15 septiembre 1981".

En este año, el Ayuntamiento convocó una reunión en la Iglesia de San Juan para ver qué solución se tomaba a la provisionalidad de la plaza de toros. Después de discutir, se completan dos versiones:

l.- Posibilidad de celebrar la fiesta en la Plaza Mayor, rstaurando las portadas que estuvieran deterioradas, y

2.- Sacar los festejos de ese marco, debido a la poca capacidad para albergar a los espectadores y a la deteriorada seguridad que presenta dicho recinto.

Por primera vez se celebraría una corrida de toros en Tordesillas. Como ampliación a la cita que anteriormente hicimos, indicar que se lidiaron seis toros de la Marquesa de Bayamo, de Salamanca, para Paco Alcalde, José Ortega Cano y Antonio de la Cruz "el pajarito" que tomaría la alternativa. También torearon los hermanos Peralta, Ángel y Rafael. Todos los festejos taurinos resultaron muy completos y de calidad.

El Toro de la Vega de este año lo mató en buena lid el caballista de Villaverde de Medina, Gaspar Barrocal Martínez.

El dia 14 de septiembre de 1981 recibimos una comunicación de la Secretaría de Estado de Turismo que dice así: