1990

Realiza el Pregón de fiestas Julio Valdeón Baruque. Por primera vez desde su existencia no se editan ni distribuyen cuadernillos divulgativos acerca del Toro de la Vega.

Se origina un conflicto bastante considerable en la noche del encierro del toro, con la intervención del alcalde y de algunos aprovechadillos a los que se entrega el micrófono para que digan cuantas incoherencias les viniera en gana. El espectáculo en la plaza de toros fue auténticamente bochornoso, al boservarse el desprestigio de la autoridad y la falta de consecuencia de sus actos en ese momento.

Primero se compró un toro, hermano del lidiado el año pasado, de la ganadería de la Fresneda, pr importe de un millón de pesetas. Una vez descargado a la vista del público y probado unos dias después se observó que era manso, con lo que fue preciso comprar otro ejemplar que a la postre se lidiaría como Toro de la Vega. Fue un toro de la ganadería sevillana de Campos Peña llamado "Marisquero" y no "Marismeño" como equivocadamente se publicó.

El toro, al que se le pegó una tremenda paliza para enjaularlo, ante la imposibilidad de que entrara en la jaula, fue soltado a las 12 de la noche en el puente e hizo el trayecto de ida y vuelta en dos ocasiones.

"...Cinco minutos duró el Toro de la Vega, fue la noticia más importante de este toro sevillano, al que se le propinó una soberana paliza para enchiquerarlo".

El toro fue seguido por numerosísimo público y hay que destacar que un caballista esperó al animal en la parte de arriba del puente, con lo que a galope y a cola de caballo, llevó al toro a la zona del Cristo.

Al poco de traspasar los límites, Ángel Abril (a) "angelito garrobero" dio muerte al toro de dos lanzadas, la perimera propinada, tras esquivar los caballos, y aguantándole una enormidad y la segunda a unos veinte metros de la primera, de forma decidida y valerosa.

La decepción por el escaso tiempo que duró hizo opinar a muchas personas que debería regularse más adecuadamente el momento del inicio del torneo, bien mediante el disparo de un mortero real o bien mediante otro ingenio que en la posteridad se invente. Este toro de la gandería de Campo Peña vino a costar 800.000 pts. Lo que produjo que algunas personas hicieran durante toda la noche del lunes una parodia sobre el asunto.

Se produce una película de vídeo relatando la fiesta a cargo de Rogelio García Hernández y Luis María Redondo Gutiérrez.