1996

Para dar el pregón de este año se trajo a Juan Antonio Quintana, premio teatro ciudad de Valladolid quien con una trompetilla, al uso de pregonero, desarrolló su jocoso parlamento por el que fue muy aplaudido.

La comisión de festejos compra un toro de nombre "gamberrillo", de pelo berrendo en negro, meano, calzado, coletero y lucero, de 570 kilogramos de peso, de la ganadería salmantina de Francisco Galache Covaleda.

A la hora anunciada se desenjaula en el puente en medio de una lluvia intensa que dificultaba sobremanera a los corredores.

Cuando al día siguiente se abrió la jaula, el animal no salía de ella. Un hombre intentó hacerle salir, citándole con un trapo y tras diecisiete minutos de brega e intentos fallidos, salió el toro, atravesando furioso y muy deprisa em Empedrado en cuyo final se paró. También o hizo en el Cristo donde dio juego, cortándole numeroso personal. Tras enfilar la vega por el único pasillo formado al efecto, llega a las inmediaciones de la fábrica de alquitrán donde se para, observando y recuperando el resuello. Entra a alancear, nada más sonar la segunda bomba anunciadora, Luis Enrique Posda, pero calcula mal el embroque, y al revolverse el animal, le clava en la parte trasera de la barriga. Al sentir el dolor, arranca bordeando las alambradas del campo de tiro. Varios jinetes rodean al toro, siendo alanceado y muerto por el caballista Manuel Serrador de la Cruz "maninas", de 19 años, cruzándose de derecha a izquierda y portando la lanza a una mano, la clava muy efectiva pues a los pocos metros cayó muerto. El toro fue bastante fácil y la lanzada se la propinó el jinete al brazuelo izquierdo y aunque no sabía que su lanzada era de muerte, pues perdió de vista al morlaco, a los pocos metros envuelto entre la cabalgada, dobló.