1997

El torero de la Seca afincado en Tordesillas, Jorge Manrique, pregonó las fiestas patronales el día 8 de septiembre, el cual desarrolló una salutación que no pregón por espacio de siete minutos sin mencionar las cuestiones tradicionales de la localidad.

Por la Comisión se adquirió para ese año el toro "dominante", negro bragado de la ganadería de los Hermanos Domínguez Camacho de Cumbres Mayores (Huelva). Como consecuencia de una cojera en una de sus patas tuvo que sustituirse este toro por otro de la ganadería salmantina de A. Pérez Tabernero Montalvo, de nombre "macario" que se partió los pitones al ser embarcado y desechándose finalmente. El encierro del lunes por la noche se demoró unos minutos y en el recorrido la res acudía con fiereza y presteza a los cites que se le hacían una y otra vez, especialmente en la vaquera. Se decide la sustitución por un toro del Conde de Murça (Portugal) llamado "caradoble" que sería lidiado en lugar del anunciado, el más grande de los destinados a la corrida de rejones de ese mismo día.

Cogió al torero local Antonio de la Cruz "pajarito", pero una vez metido en los corrales se comprobó que el animal estaba destrozado en pezuñas y cuernos, lo que produjo que tuviera grandes y patentes carencias físicas.

El festejo duraría 30 minutos escasos y fue alanceado por José Enrique Posada "chiquilín", metiéndose entre los caballos y con una trayectoria contraria a la que llevaba la res, le alanceó en el brazuelo izquierdo, permaneciendo la lanza clavada un rato, acusándola rápidamente el toro. Entra de nuevo al brazuelo derecho y con el toro vomitando sangre lo remata Felipe Abril. Luis Enrique Posada fue el vencedor, aunque en la plaza hizo el mal gesto de arrojar los testículos del animal contra el balcón del Ayuntamiento por diferencias con la decisión adoptada con urgencia por el alcalde de la Villa, ordenando la suelta de este toro mermado físicamente.