La Fiscalía y la Comisión de Campo del Patronato del Toro de la Vega junto con sus torneantes y lanceros, habiendo visto de propios ojos, escuchado a torneantes discretos, estudiado el material gráfico disponible hasta la fecha y analizado cada acción de las sucedidas conforme a leal entender, propone a su Concejo Abierto, según Ordenanza, la siguiente

CRÓNICA DE LO SUCEDIDO EN EL INMEMORIAL TORNEO DEL TORO DE LA VEGA . AÑO DE 2.001

 

PROLEGÓMENOS :

Domingo 2 de Septiembre fue desencajonado el Toro de la Vega llamado Linoso en la Plaza de Toros sita a la Providencia

Linoso. Toro de la Vega 2.001

Pertenecía a la ganadería de La Cardenilla, con 6 años justos de edad y estimado su peso en 580 Kg., marcado con el nº 138 (6). Negro mulato, de cornamenta bien compuesta y cuerpo compacto de no excesivo volumen, salió con la única preocupación de informarse sobre el entorno, acudiendo veloz a los discretos cites que le hicieron desde burladero y amagando, pero no rematando franco contra tablas. Puesto que cumplía los parámetros exigibles a un toro destinado a Toro de la Vega, fue provisionalmente aceptado y entorilado sin mayores novedades.

ENCIERRO :

Martes de la Peña 11 de Septiembre a las 00,30 h., con el itinerario abarrotado de torneantes, se disparó el mortero que anunciaba el desenjaule del Toro de la Vega. Salió del camión, tomando franca querencia a la luz de la primera farola, remiso a avanzar con decisión por descubrir que el suelo no era el adecuado para su interés y posicionando a los torneantes que le citaban desde barandillas. Una vez asentado, tomó velocidad puente arriba, siguiendo al torneante D. Óscar Morales Juez, quien viéndose alcanzado, se arrojó al suelo evitando la cogida; ya frente a la antigua Fonda del Sol, fue cortado al círculo por D. Santiago Crespo González y recogido por D. Mariano López Pocero, salió el Toro puente abajo tras de él, cerrándole contra la barandilla hasta liberarse mediante excelente quiebro. Activado por esta acción, tras detenerse unos segundos, retornó ligero puente arriba, adoptando veloz carrera en la zona oscura de Fuente Grasa para llegar a la plaza de toros envuelto por los bueyes.

Ocupó el centro, arrancándose cuando estimaba factible alcanzar objetivo y amenazando en caso contrario; tal actitud mostró durante el tiempo suficiente para ser aceptado definitivamente por Toro de la Vega

El toro corroboró que su característica principal era la sabiduría unida a perfectas capacidades de detección y de movimiento, al tomar querencia donde había mayor iluminación, acelerar donde el suelo le resultaba desfavorable, atacar cuando el objetivo pasaba cerca e informarse de cualquier novedad que sucediera en su entorno. Su comportamiento parecía apuntar hacia arrancada en corto/carrera en corto, pero era previsible un cambio radical cuando llegara al Palenque.

En conclusión, parecía toro peligroso; tanto más cuanto más tarde se le atacara.

 

SUELTA :

Habiendo amanecido un radiante Martes de la Peña 11 de Septiembre, con el Palenque completamente seco a causa de la larga sequía de verano, 18º C. de temperatura y viento cero; siendo las 11,00 h correspondientes a las 09,00 h. solares, aproximadamente 30.000 torneantes ocupaban cualquier hueco del itinerario, montando caballo entorno a los 150 y observándose sobre 20 lanzas en un ambiente solemne y propio de tal ceremonia.

El despliegue de Caballería y lanceros se situaba tras de las banderas que señalaban el Límite Anterior del Palenque, conforme a Ordenanza, sucediendo accidente al jinete D. Francisco Cabero, quien se fracturó la rodilla al ser derribado por su montura mientras tomaba posición.

A las 11,00 h. el mortero ordenó la suelta del Toro de la Vega 2.001; salió veloz observando ambos lados, marcando todos los cites, pero especialmente preocupado por encontrar terreno propicio para atacar, hasta desembocar en la zona de querencia curva de nivel 690/El Empedrado donde se detuvo un instante. Citado y cortado, tomó con prisa el centro de la calzada para bajar el Empedrado.

LLegado al inicio del Puente, frente a la Casa del Peaje cota 685, fue cortado en círculo varias veces, pero siguió de inmediato su natural tendencia tomando a buen paso el Puente abajo seguido por numerosos torneantes. Una vez en el centro del cruce de carreteras, fue cortado varias veces permaneciendo constante su comportamiento : marcaba, pero no arrancaba franco; era tan elevado el número de torneantes, que no podían maniobrar con soltura, a resultas de lo cual fue arrollado en una de las arrancadas el torneante D. David García Monje, de la ciudad de Zaragoza, resultando contusionado.

A las 11,03 h. bajó a buen paso la cuestecilla del Cristo sin atender a las llamadas que le hacían desde Cañada y talanqueras; poco a poco disminuyó su velocidad hasta casi detenerse en la embocadura del camino de la Josa Alta (333050/4595780). Procediendo a tomar rumbo Oeste, accedió a la linde de la pequeña ribera de la Josa Alta y abandonó el camino de zahorra buscando arenal francamente, mientras un grupo de caballos salía del Límite Anterior para arroparle e introducirle envuelto al Palenque

 

TORNEO :

Aceleró el grupo de jinetes tratando de cercar al Toro, pero éste, apoyando su flanco derecho sobre las alambradas del Majuelo de la Josa-Colonia, andaba lentísimamente entre remolinos de polvo, arrancando codicioso y veloz al tiempo que tiraba cornada si algún jinete se aproximaba por retaguardia para arrearle; movía continuamente la cabeza dominando la situación, lo que impidió a la Caballería gobernarle pese a las brillantes cabalgadas individuales, y le facultó para entrar al Palenque suelto, enterado, completo y protegido.  

fot. J. Luis Juárez

 Avanzó hacia el Oeste paso a paso, con parsimonia desesperante, buscando los más intensos arenales, observando cada detalle, no arrancando más que hacia quien consideraba factible alcanzar y haciendo nacer la convicción de la grave dificultad que iba a suponer vencerle; pese a ser cientos los torneantes de a pie y decenas los de a caballo, no había manera de forzarle a abandonar la cercanía de la alambrada para así tender círculo o a lo menos ponerle en movimiento para llevarle a suelo más firme.

Se disparó la segunda bomba con perfecta puntualidad, hallándose el Toro a punto de acceder al Límite Anterior, sin que nada cambiara por ello.

Así discurría el Torneo cuando apenas pasado el Campo de Tiro, siendo las 11,08 y observando que el Toro no solo estaba venciendo, sino que acabaría marchándose de no actuar inmediatamente, atacó a lanza tendida el Maestro de Lanza D. Gerardo Abril Antón, cargando sobre el flanco derecho y buscando el brazuelo delantero, pero lo pesado del arenal y la sabiduría del Toro le impidieron alcanzar posición ventajosa, de modo que cuando llegó al choque ya estaba volviéndose el Toro hacia él; no por ello cesó en su carrera ni arrojó la lanza, antes bien golpeó con toda su fuerza al punto señalado, procurando buena lanzada a resultas de la cual botó el Toro revolviéndose en el aire, cerrándole toda salida y derribándole enfurecido. Sucedió frente al Pinar de la Colonia, Camino del Polígono, en coordenadas 332620/4595530.

Activado al máximo, se disponía el Toro a ejecutar la segunda fase de su embestida, lo que hubiera resultado fatal, cuando fue providencialmente alanceado en las proximidades del brazuelo izquierdo por el lancero D. Jon Abril Bartolomé quien entró perpendicularmente y salió por cola sin circular, al estar pendiente el Toro de su presa. Dicha lanzada resultó eficacísima porque cambió en el Toro su método de cornear; a partir de ese momento ya no trató de ensartar con la precisión propia de su edad, pasando a golpear, pero seguía cebado en el Maestro de Lanza.

fot. J. Luis Abril Antón

El momento era de extremada gravedad y fue resuelto por las brillantes intervenciones del lancero de a caballo D. Carlos Muñoz Iglesias y el de a pie D. José Antonio Rico Ovejero. Intervino el primero entrando de cara por el cuerno izquierdo, cerrando sobre el flanco izquierdo, ciñéndose y procurando lanzada a dicho flanco , aunque siguió el Toro pendiente del Maestro. De inmediato tomó posición D. José Antonio Rico Ovejero, quien efectuó una maniobra exactamente igual a la del jinete, alanceando al mismo flanco y saliendo por cola. Estos dos magníficos ataques hicieron que el Toro, sin soltar su presa, se viera forzado a vigilar el entorno unos instantes, cargando de inmediato el jinete D. Carlos Muñoz Iglesias circulando ahora de derecha a izquierda, cerrándose sobre el flanco izquierdo del Toro y alanceando allí, consiguiendo con ello que el Toro hiciera ademán de seguirle; al instante, repitió alanceamiento D. José Antonio Rico Ovejero, entrando por cara, venciéndose hacia el cuerno izquierdo, invadiendo el terreno del Toro al ceñirse sobre el flanco izquierdo y consiguiendo lanzada de tal efecto, que hizo al Toro abandonar del todo al Maestro de Lanza -ya largo tiempo tendido- y salir tras él; mostró además de su depuradísima técnica, excelentes facultades y serenidad, pues viendo cómo el Toro le ganaba terreno, se agarró al caballo de D. Carlos Muñoz Iglesias quien prácticamente arrastrándole, le sacó del peligro. La acción expuesta sucedió en apenas un par de minutos, siendo de destacar el buen tornear colectivo del círculo de torneantes inmediatos al Toro, quien con sus voces, cites y circulaciones, corriendo grave riesgo, apoyaron a los tres lanceros citados.

Quedó el Maestro de Lanza herido por siete cornadas de diferente gravedad, más preocupados y nerviosos los circundantes que él; ni se dolió ni se lamentó, restando importancia al hecho pese al reguero de sangre que dejaba.

El Toro prosiguió desplazándose lentamente rumbo oeste, utilizando arenal espeso y luz, dejando a su derecha la umbría del Pinar del Parador, ligeramente cerrado por Caballería y lanceros de a pie, con el Torneo frenado ante la cruda acción sucedida y citado esporádicamente por jinetes aislados, dominando francamente la situación hasta que comenzaron a hacer efecto las lanzadas recibidas en la primera acción; a partir de ahí, el Toro penetró en el pinar lo justo para agazaparse entre las sombras y cubrirse con los pinos, pero de tal modo que sus objetivos quedaran a la luz y entre las arenas de la lindera de dicho Pinar.

En este lento avanzar hacia el oeste intervino el lancero D. Miguel Ángel Pérez Hernández entrando por cola al flanco izquierdo, aunque la permanente vigilancia del Toro le cerró el ángulo y no pudo alancear; también lo intentaron D. Felipe Abril Antón, quien no pudo invadir el terreno del Toro por las razones expuestas y D. David de la Cruz, a quien sucedió lo mismo; pese a ello, estos lanceros junto a D. Isidro Bartolomé Hernández nunca dejaron el círculo y mostrando su constancia siguieron hasta un cerrado pimpollar en coordenadas 332340/4595500 espaldas del Parador y a 160 metros del Polígono La Vega. En dicho punto se sumergió el Toro encastillándose y allí trató de alancearle D. David de la Cruz, con grave riesgo de su persona, pero resultó imposible por la certera elección que el Toro había hecho del terreno.

Desde aquella penumbra divisó al contraluz a varios torneantes que le citaban, cambió repentinamente su comportamiento a arrancada en largo/carrera en largo y atrapó y derribó al torneante D. José Manuel García Bastida, quien torneaba en la primera línea; mostrando por enésima vez su sabiduría le empujó hacia la luz y el arenal, donde podría usar con perfección sus ya mermadas facultades y allí le procuró grave cornada.

fot. J. Luis Abril Antón

Viendo repetirse el caso de la primera acción y para liberar al torneante, atacaron prácticamente al tiempo por el flanco izquierdo D. José Antonio Rico Ovejero y D. Miguel Ángel Pérez Hernández y por el derecho David de la Cruz y D. Isidro Bartolomé Hernández, consiguiendo neutralizar definitivamente al Toro, quien muerto, pero aún en pie, no soltaba al citado torneante; de nuevo resultó de capital importancia el acertado tornear de los torneantes inmediatos, colaborando eficazmente con los lanceros para liberar al herido y de nuevo es de significar la gran presencia de ánimo del torneante herido D. José Manuel García Bastida, quien lejos de amilanarse frente a la gravedad de su herida, confortó a todos con su proceder sereno, llegando incluso a bromear vísperas del quirófano, cuando no se podía predecir el alcance del daño.

El Torneo finalizó a las 11,23 h. muriendo el Toro en el pimpollar citado y quedando teñida la victoria por la incertidumbre que suponía el no poderse determinar la gravedad de los heridos, pero temiéndose lo peor al haber estado los alcanzados tanto tiempo en poder del Toro.

 

CONCLUSIONES

 

bulletEs de resaltar que las primeras filas de torneantes y lanceros estaban ocupadas por gentes de este Patronato, hombres y mujeres, viejos y viejas, mozos y mozas, quienes tornearon honradamente conforme a Ordenanza con riesgo de sus personas y siendo heridos de gravedad su presidente y uno de sus torneantes, para conseguir la satisfacción que produjo tan dura victoria y que a todos nos enorgullece.
bulletEs de resaltar la hidalguía y buena crianza mostrada por los lanceros intervinientes, quienes lejos de estériles disputas declararon a la victoria por común, dando así lección práctica de cómo el Inmemorial Torneo del Toro de la Vega es escuela donde se afinan las mejores virtudes.
bulletEs de resaltar el esforzado tornear y la pericia del lancero de a caballo D. Carlos Muñoz Iglesias, por lo que se propone al Concejo Abierto que conforme al Cap. IV, punto 4º de la Ordenanza extractada por la que provisionalmente nos gobernamos, le sea extendida certificación.
bulletEs de resaltar el esforzado tornear y la pericia del lancero de a pie D. José Antonio Rico Ovejero, por lo que se propone al Concejo Abierto que conforme al Cap. IV, punto 4º de la Ordenanza extractada por la que provisionalmente nos gobernamos, le sea extendida certificación.
bulletEs de resaltar el esforzado tornear de los lanceros D. Jon Abril Bartolomé, D. Felipe Abril Antón, D. Isidro Bartolomé Hernández, D. Miguel Ángel Pérez Hernández y D. David de la Cruz, por lo que se propone al Concejo Abierto que conforme al Cap. IV, punto 4º de la Ordenanza extractada por la que provisionalmente nos gobernamos, les sea extendida certificación.
bulletEs de resaltar el esforzado tornear y la presencia de ánimo del Maestro de Lanza D. Gerardo Abril Antón, por lo que se propone al Concejo Abierto que conforme al Cap. IV, punto 4º de la Ordenanza extractada por la que provisionalmente nos gobernamos, sea tenido como Lancero Notorio.
bulletEs de resaltar el esforzado tornear y la presencia de ánimo del torneante D. José Manuel García Bastida, por lo que se propone al Concejo Abierto que si a bien lo tiene y conforme al Cap. IX, punto 4º de la Ordenanza extractada por la que provisionalmente nos gobernamos, le sea extendida certificación.

 

NOTA = El Concejo Abierto celebrado en 28-XII-2.001 aprobaría las propuestas de los Jueces de Campo y la adición de 7 barras en gules y remate de muerte a la heráldica del Maestro de Lanza D. Gerardo Abril Antón, como toca ha herido atacando.

 

ITINERARIO Y ALANCEAMIENTOS. TORNEO 2.001

 

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