La Fiscalía y la Comisión de Campo del Patronato del Toro de la Vega junto con sus torneantes y lanceros, habiendo visto de propios ojos, escuchado a torneantes discretos, estudiado el material gráfico disponible hasta la fecha y analizado cada acción de las sucedidas conforme a leal entender, propone a su Concejo Abierto, según Ordenanza, la siguiente

PROLEGÓMENOS :

Domingo 31 de Agosto fue desencajonado el Toro de la Vega llamado Gañaflero en la Plaza de Toros sita a la Providencia. Pertenecía a la ganadería de Los Bayones, con 5 años de edad y estimado su peso en 590 Kg., marcado con el nº 85 (8), negro meano. Salió ocupando el centro de la plaza, acudiendo a los discretos cites que le hicieron desde burladero y amagando, pero no rematando franco contra tablas. No realizó ninguna acción que permitiera calificar su bravura, pero ajustándose razonablemente al perfil exigido para Toro de la Vega, fue provisionalmente aceptado.

ENCIERRO :

Martes de la Peña 16 de Septiembre a las 00,30 h., con el itinerario abarrotado de torneantes, se disparó el mortero que anunciaba el desenjaule del Toro de la Vega. Salió del camión buscando cobertura en la parada de cabestros y sin mostrar interés ninguno por los torneantes que ocupaban la calzada y barandillas, para llegar a la plaza de toros envuelto por los bueyes.

Una vez en la plaza, giraron un par de veces el Toro y la parada mientras los torneantes, citando, trataban de separar al Toro para que mostrara sus cualidades. Lo consiguieron a medias y tras varios intentos, pero al fin se arrancó una vez con relativa franqueza, más al trapo que al bulto, para al punto entrar a toriles. Tan pequeño bagaje no resultó convincente a numerosos torneantes, quienes pidieron –con ningún éxito- fuera soltado de nuevo para contrastar sus cualidades.

A modo de conclusiones, pese a que la noche no es el mejor tiempo para análisis, se sacaron :

el toro presentaba tendencia a utilizar preferentemente su izquierda.

El toro presentaba arrancada en corto, carrera en corto

El toro, al menos de momento, ni era codicioso, ni confiaba en sus posibilidades, ni coordinaba óptimamente.

Martes de la Peña 16 de Septiembre, con el Palenque completamente, 19º C. de temperatura y viento cero; siendo las 11,00 h correspondientes a las 09,00 h. solares, aproximadamente 30.000 torneantes ocupaban cualquier hueco del itinerario, montando caballo entorno a los 250 y observándose sobre 20 lanzas en un ambiente solemne y propio de tal ceremonia. Torneantes de las dos Castillas, Levante, Aragón y otros muchos lugares se reencontraban en un Palenque cargado de sosiego y severidad.

El despliegue de Caballería no se situaba conforme a Ordenanza, pese a al aviso de las fuerzas de orden público, sino que formaba en tres líneas apoyadas sobre la alambrada de los Viveros Tordesillas, mientras los lanceros de a pie paraban tras de las banderas que señalaban el Límite Anterior del Palenque, conforme a Ordenanza.

A las 11,00 h. el mortero ordenó la suelta del Toro de la Vega 2.002; salió a medio trote, sin fijeza y reservado en su movimiento, para tomar la calzada del Empedrado donde hizo tímido amago hacia los torneantes que le citaban desde malecones; inseguro de su capacidad de coordinación, tal vez de movimiento, bajó el Puente seguido por numerosos torneantes y llegó al Pago del Cristo confirmando la tendencia a derivar hacia su izquierda; allí tampoco mostró iniciativa ninguna, limitándose a marcar amagos de derrote, pero nunca a seguir.

A las 11,02 h. bajó con trote monótono la cuestecilla del Cristo sin atender a las llamadas e intentos de corte que le hacían desde Cañada y talanqueras lindantes con la carretera de Madrid; luego, penetró en la tierra de Domingo Campos y cruzó hacia el Oeste para buscar la embocadura del camino de la Josa Alta (333050/4595780). En ese momento, el grueso de la caballería se lanzó sobre la retaguardia y flanco izquierdo del toro, separándole por completo de los peones; una vara, a la que respondió el toro aligerando el paso en vez de volviéndose, le sumergió entre la polvareda de tal modo que ni la propia caballería le veía, así se infiltro el toro entre los jinetes tomando rumbo sur, para aparecer solo frente a la alambrada del campo de tiro mientras una buena parte de la caballería seguía la cabalgada entendiendo que en ella iba el toro.

Sonó la segunda bomba entre la confusión de toro y torneantes, difuminados sobre el polvo, pero poco a poco el toro retomó rumbo oeste, siguiendo lentamente el camino del Polígono para buscar terreno más de su interés : pinar y arenales.

Allí volvió a detenerse el Torneo, pues toro y torneantes necesitaban tomar respiro.

Parado el toro cosa de 80 m. al oeste de las alambradas de la Colonia, coordenadas 332620/4595490, comenzó a caracolear la caballería, acercándose un poco más en cada evolución sin por ello conseguir la arrancada del Toro, mientras los lanceros de a pie iban tomando posiciones.

Hacia las 11,06 atacó el lancero de a pie D. Isidro Bartolomé Hernández, entrando por el flanco izquierdo; pero justo cuando iba a llegar al contacto, volvió el toro cerrándole cualquier salida y lanzándole despedido se echó sobre él. Cuando el Toro iba a rematar su presa, intervino con puntualidad y eficiencia el lancero de a pie D. Óscar Bartolomé Hernández, atacando perpendicularmente al brazuelo izquierdo y saliendo por la cara del Toro con grave riesgo, aunque la necesidad no le dejó otra opción. Esta lanzada tuvo efecto e hizo circular al toro buscando a los dos lanceros, pero transcurridos unos segundos, le comenzaron a faltar las fuerzas. De inmediato, D. Óscar Bartolomé, tras circular buscando posición, atacó el flanco derecho, procurando lanzada de cola a cabeza y volviendo a salir por la cara, poco aparatosa, pero tan eficiente, que el Toro comenzó a descoordinarse y ya no reaccionó a los tientos de la caballería.

La lanzada de alivio fue procurada por el lancero de a pie D. Ángel Abril, doblando el toro. Coordinó las últimas operaciones D. José Luis Abril Antón con su acostumbrada puntualidad

El Torneo finalizó a las 11,12 h. muriendo el Toro en el pinar citado; allí se entabló cierta polémica sobre quien había sido el vencedor, y fue voluntad de los torneantes presentes tener por vencedor al lancero D. Óscar Bartolomé Hernández.

CONCLUSIONES