La Fiscalía y la Comisión de Campo del Patronato del Toro de la Vega junto con sus torneantes y lanceros, habiendo visto de propios ojos, escuchado a torneantes discretos, estudiado el material gráfico disponible hasta la fecha y analizado cada acción de las sucedidas conforme a leal entender, propone a su Concejo Abierto, según Ordenanza, la siguiente CRÓNICA EXTRACTADA DE LO SUCEDIDO EN EL INMEMORIAL TORNEO DEL TORO DE LA VEGA . AÑO DE 2.004 PROLEGÓMENOS :
Sábado 4 de Septiembre hacia las 7,30 de la tarde, fue desencajonado el Toro de la Vega llamado Rodanero en la Plaza de Toros sita a la Providencia. Pertenecía a la ganadería de Barcial, (San Pedro de Rozados / Salamanca) con 5 años de edad y estimado su peso en 550 Kg., marcado con el nº 104 . Salió con dificultades debido a su gran cornamenta, inspeccionando el entorno y acudiendo a barreras sin rematar franco en tablas. El fenotipo (encaste Vega-Villar) muy particular del toro, especialmente su cromática, magnífica cabeza y relevante morfología delantera, junto con la actitud mostrada de ir sin dudar a donde era llamado, le otorgaban el perfil exigido para Toro de la Vega y fue provisionalmente aceptado. ENCIERRO : Martes de la Peña 14 de Septiembre a las 00,30 h., se disparó el mortero que anunciaba el desenjaule del Toro de la Vega. Salió del camión amagando acercarse a la barandilla izquierda para tomar puente arriba indiferente ante los torneantes que le seguían, para llegar rápidamente a la plaza de toros. Una vez en la plaza, se detuvieron Toro y parada mientras los torneantes, citando, trataban de mover al Toro para que mostrara sus cualidades, cosa que resultó imposible, pues no hizo intención de arremeter ni contra cuerpo ni contra objetos. Numerosos torneantes se acercaron a muy corta distancia, pero ni aún así mostró el toro alguna agresividad, adoptando una actitud de indiferencia sin tan siquiera ampararse en la parada de cabestros. Comenzaron silbidos y protestas para que el toro fuera cambiado por entender buena parte del público que no mostraba las cualidades exigidas, pero el ayuntamiento hizo caso omiso, entorilándole. Nada pudo concluirse sobre el posible comportamiento de Rodanero SUELTA :
Martes de la Peña 14 de Septiembre, con la villa y Palenque ocupados por aproximadamente 35.000 torneantes, mañana seminublada y viento cero; siendo las 11,00 h correspondientes a las 09,00 h. solares, aparecía ocupado cualquier hueco del itinerario; montaban caballo entorno a los 250 y se observaron sobre 20 lanzas en un ambiente solemne y propio de tal ceremonia. Torneantes de las dos Castillas, Levante, Aragón y otros muchos lugares se reencontraban en un Palenque cargado de sosiego, severidad y silencio. El despliegue de Caballería en un principio pareció iba a situarse conforme a Ordenanza, pero el grueso de los jinetes deambularon por delante del Límite Anterior del Palenque esperando la suelta del Toro para salir de esa línea sin respetar la costumbre. Los lanceros de a pie paraban tras de las banderas que señalaban el Límite Anterior del Palenque, conforme a Ordenanza. A las 11,00 h. el mortero ordenó la suelta del Toro de la Vega 2.004; salió al trote, con fuerza y controlando ambos lados, para tomar la calzada del Empedrado. Fue citado por un torneante en el Espolón del Palacio, curva de nivel 690; el cortador marcó el punto a manos abiertas, señalando un espacio lo suficientemente amplio como para no quebrantar al Toro; acudió el toro al cite francamente y quedó parado a la salida, en plena pendiente, 4 ó 5 metros adelante. Inmediatamente fue citado por otro torneante, quien ejecutó un quiebro ceñido de modo que el toro cayó de cuartos traseros al tratar de propulsarse en la vuelta y quedó girado 180º, mirando en sentido opuesto al que traía; es de notar que la morfología del toro le situaba el centro de gravedad muy desplazado hacia la mitad delantera, que el coeficiente de rozamiento del firme del Empedrado –adoquín- es muy bajo y que la pendiente es elevada en ese punto, factores que pedían no cortar al animal en tal paraje y caso de hacerlo, extremar los cuidados, rehuyendo en todo caso del quiebro o de cortes con salidas en pequeños ángulos. La pérdida de movilidad traducida en ausencia de acometividad hizo que los muy motivados torneantes del puente le pusieran cerco mientras bajaba, ocupando retaguardia y flancos y dejando libres muy pocos metros en la zona de visión frontal. La misma situación se dio en el corro de la Ermita del Cristo. A las 11,05 h. bajó con paso monótono la cuestecilla del Cristo ajeno a lo que le rodeaba; luego, avanzó cosa de 30 m. por la Cañada de Foncastín y penetró en la tierra de Domingo Campos deteniéndose. De inmediato le cercaron los torneantes de modo que el toro regresó a la Cañada, avanzó otros 30 m. y penetró de nuevo en dicha tierra. El cambio de suelo no supuso cambio en su comportamiento.
Mientras, el grueso de la caballería había tomado posición al lado de las alambradas de los Viveros Tordesillas acercándose a recoger al toro contra Ordenanza y levantando tal polvareda al arroparle, que durante unos momentos se desconcertó el Torneo : ni peones ni jinetes podían ver al toro. El toro se detuvo cubriendo su zona muerta trasera con las alambradas de dichos viveros y deambulando a lo largo de ellas; desde allí era citado por varios torneantes, pero no remató, limitándose a encampanar. Fue rodeado por la caballería, procediéndose a circularle en corto, incluso pasando a distancias extremadamente cortas y echando vara, acciones en las que resultó herido el caballo del lancero D. Marcos Rodríguez San José; luego, se mezcló el peonaje consiguiendo que al menos mirara al cite y amagara moverse pero ni aún así se arrancaba. El Torneo había llegado a un punto muerto. Inesperadamente tomó el toro rumbo oeste a buena velocidad y se adentró hacia el Camino del Campo del Tiro envuelto por la sorprendida caballería, lo que dio ocasión para observar la hermosa y antiquísima práctica de compartir montura : ante la velocidad con que arrancó la cabalgada, algunos jinetes subieron a los peones en sus caballos y transportándoles armados, les permitieron maniobrar de modo que alcanzaron al toro refrescados y con prontitud.
Sonó la segunda bomba con la cabalgada lanzada, superando el Campo de Tiro y doblando hacia el noroeste para penetrar al Pinar de la Colonia, retomar rumbo oeste y alcanzar las alambradas del Parador Nacional de Turismo, coordenadas 332420/4595580. En esta zona el toro se detuvo; el terreno de arena muerta, el pinar abundante y la alambrada dicha componían buen paraje para sus intereses, así que apoyándose en la alambrada, dificultaba cuando no impedía la salida a los lanceros de a pie y obligaba a los de a caballo a comprometidas maniobras siempre paralelas a la alambrada; por el contrario, tan leve barrera suponía un muy relativo resguardo para los torneantes de a pie, quienes con sus cuerpos y el obstáculo marcaban frontera que resultaría de utilidad para limitar los movimientos del Toro. Las dificultades del terreno se compensaban con la deficiente agresividad del toro, la barrera de torneantes y la elevada motivación de la caballería, procurando el primer alanceamiento el jinete D. Antonio Rodríguez Jiménez quien alanceó en las cercanías del morrillo, bajo y al flanco izquierdo; dicho jinete efectuaría posteriormente muy buenas entradas de cara. Se repitieron los lances, entradas y cites de caballería y peonaje; entre ellos D. Óscar Bartolomé, hasta que a las 11,23 horas dobló Rodanero en el lugar citado, dudándose la victoria entre D. Antonio Rodríguez y D. Óscar Bartolomé. Subió de la Vega como vencedor D. Antonio Rodríguez, llevando a D. Óscar Bartolomé en la grupa de su caballo y arropado por la caballería, llegó hasta la Plaza Mayor.
CONCLUSIONES
NOTA : El Concejo Abierto acordó declarar el Torneo 2.004 NO VALIDO, al considerar la falta de cualidades del Toro; también, extender Certificado de Lancero Notorio al jinete D. Antonio Rodríguez Jiménez. Reconocimiento al lancero de a pie D. José Antonio Rico Ovejero y Reconocimiento al lancero de a pie D. Óscar Bartolomé. |