La Fiscalía y la Comisión de Campo del Patronato del Toro de la Vega junto con sus torneantes y lanceros, habiendo visto de propios ojos, escuchado a torneantes discretos, estudiado el material gráfico disponible hasta la fecha y analizado cada acción de las sucedidas conforme a leal entender, propone a su Concejo Abierto, según Ordenanza, la siguiente

 

CRÓNICA EXTRACTADA DE LO SUCEDIDO EN EL INMEMORIAL TORNEO DEL TORO DE LA VEGA . AÑO DE 2.009

                                                                               PROLEGÓMENOS :
Moscatel. foto. Patronato.
Desde el mes de abril ya se había adquirido a Victorino Martín (Santa María de las Tiesas /Cáceres) un ejemplar para Toro de la Vega que fue desenjaulado el día 06 de septiembre en la Plaza de la Providencia. Bajó mirando a tendidos y se amparó en la parada de bueyes sin arrancarse a quien se movía en burladeros.
Pareció toro de mucho trapío, con gran morrillo, fuertes dorsales, cuerna de aparato y buena capacidad de movimiento. Tras ser presentado, se remitió al Corral de en medio del Prado del Zapardiel, donde hizo guardia un vaquero para que nadie usara al toro. El Toro de la Vega se llamaba Moscatel; cárdeno, ligeramente entrepelado en castaño, estimado su peso en 600 Kg., marcado con el nº 88, guarismo 5 y nacimiento Noviembre 2.004, causó grata impresión siendo provisionalmente aceptado.
ENCIERRO :
Martes de la Peña 15 de Septiembre a las 00,30 h., se disparó el mortero que anunciaba el desenjaule del Toro de la Vega. El itinerario se hallaba abarrotado de público; no así los tendidos de la plaza de toros.
La expectación levantada por el toro había aumentado al estar reservado bajo vigilancia con el fin de conservar íntegras sus cualidades. No defraudó, revolviéndose al salir contra el camión donde vino. La iluminación –poca y naranja- del puente le movió a reconocer el itinerario; subiendo y bajando, descubriendo a la parada para despedirla al punto y marcando distancia pero sin acometer con decisión completa a barandillas.
En una de las arrancadas alcanzó a un torneante resultando golpeado y herido levemente (pese a tener puntazo de 10 cm.) por no encelarse el toro con él. Al cabo de aproximadamente 15 minutos se arropó Moscatel con la parada llegando a la plaza donde los cortadores trataron de separarle para conocer su trapío. Controlaba todas las entradas; incluso marcaba algunas pero no salía franco. Al poco, le entró un cortador encelando con chaqueta y entonces sí arrancó codicioso, le ganó el terreno y justo cuando pasaba la barda de la barrera, sonó un derrote seco y preciso.
De inmediato se ordenó enchiquerar entre los silbidos de la plaza, deseosa de comprobar más precisamente las cualidades del toro y completar el concepto trapío.
SUELTA :
Arrancada en el Majuelo de la Josa. foto Sergio Ruiz Sánchez
Martes de la Peña 15 de Septiembre, la villa y Palenque se hallaban ocupados por aproximadamente 30.000 torneantes que desplegaban en una mañana de nubes y claros, viento noreste de 7 m/sg, 14º C. de temperatura y el terreno, completamente seco tras un verano sin caer gota de agua.
Así como otros años se censuró el obrar negligente de las fuerzas de seguridad para situar a la caballería, éste, obraron como es deseo de todos, colocándola sobre sus banderas en despliegue de tiralíneas y perfecta disposición táctica.
A las 11,00 h. el mortero ordenó la suelta del Toro de la Vega 2.009; salió desde su cajón situado al pie de la Iglesia de San Antolín; poderoso, muy ligero, en puntas, vigilante y resolutivo. Dominó la zona del Empedrado sin necesidad de desgastarse en remates, recorriéndola a partir de la querencia tomada –como es frecuente- en la curva 692 /Mirador de los pobres.
Bajó el puente oscilando la cabeza y con tranco tan alegre que obligó a los corredores a mantener razonable distancia, al observar que podía acelerar en cualquier momento.
Ya en el corro del Cristo, tomó querencia sobre el césped comenzando la rueda de cortes, a los que bien marcaba, bien respondía, utilizando la querencia no como refugio, sino como base de operaciones.
La cerrada masa de torneantes no le permitía ver la rampa de acceso a la Vega; por eso, en una de sus salidas volvió puente arriba entre el griterío de los torneantes de la villa que no recordaban caso igual desde 1978, cuando desanduvo sus pasos otro toro también de Victorino Martín. Tras regresar a la zona del Palacio Bajo y derrotar a talanquera, de nuevo bajó el puente llegando al Corro del Cristo.
Tanta movilidad, tanto peligro recibido, tratado y solventado, estaban conformando un Torneo de los que dejan huella. No eran las once y cuarto cuando el toro bajó la rampa del Cristo, hizo hilo con las talanqueras de poniente a cosa de 4 metros de ellas y progresó lentamente vigilando su entorno. Así llegó al camino de la Josa Alta ; repentinamente pisó arena y cambió su actitud. Sorprendió en ese camino a 4 torneantes, siguiéndolos hasta alcanzar los portones que cortan dicho camino; el toro, encelado, tardó un instante en descubrir y arrancar de cuajo la alambrada que nacía en dichos portones y delimitaba un viñedo en espaldera; buen terreno para él que aprovechó entrando por una de las calles, de modo que cubría sus flancos con las hileras de cepas y vigilaba a la caballería y peonaje que le citaban por fuera de la alambrada.
Anduvo la calle del viñedo hasta que decidió pasar a la ofensiva; entonces arrancó de nuevo otro tramo de alambrada, salió a la Riberilla de la Josa y se fue a los caballos. La tensión de aquellos momentos era tremenda, dado que el toro permanecía oculto a los miles de torneantes que bajando el puente ocupaban la Zona de Transición y si el toro regresaba podía crear gravísimo peligro; debido a ello y con muy buen criterio, la comisión de campo ordenó disparar la bomba que autorizaba el alanceamiento.
Salida a la Carretera : J. Ramón Muelas
TORNEO :
Coincidió un remolino de peonaje tratando de contactar con el toro y una arrancada de éste que le llevó primero hacia la Vega y tras girar 180º, bordeando los Viveros Tordesillas, hacia el terraplén que separa la Josa Alta de la Baja.
Fueron momentos de confusión a causa del inesperado itinerario seguido por el toro. Galopó hacia el noroeste perdiendo a la caballería y tomó la carretera de Salamanca escoltado únicamente por una mano escasa de jinetes que hasta pasada la Colonia, no consiguieron situarse a vanguardia; así, galoparon carretera adelante por el cajón que formaban las hileras de coches aparcadas en ambos arcenes.
El toro avanzaba hacia su victoria; sólo le separaban 1500 metros de carretera asfaltaba, cuando el jinete D. Álvaro Hernández, entrando por retaguardia, alanceó al brazo izquierdo. Llegó el toro hasta el Parador muriendo por momentos pese a que su vigor natural le mantuviera vigilante; entonces comenzó a ceder y se detuvo en la cuneta recibiendo la segunda lanzada del mismo jinete. Aún arrancó, subiendo el terraplén de la carretera y alcanzando a un caballo.
Un torneante de a pie trató, de extraer la lanza que había quedado prendida en el toro sin conseguirlo, debido a la configuración arponada de la hoja, siendo al fin apuntillado cuando apenas se llegaba a las once y media en dicha carretera de Salamanca frente al Polígono la Vega.
Al momento comenzó una polémica entre el jinete y el peón, sobre quien era vencedor; apoyados ambos por sus círculos de amistades y debiendo intervenir torneantes veteranos para que el asunto no pasara a mayores. Accedió a la villa el jinete D. Álvaro Hernández llevando los atributos de vencedor del Torneo pero continuando la polémica, que una vez en el zaguán del ayuntamiento, terminó escandalosamente.
Ni el torneante de a pie ni el lancero de a caballo supieron guardar el comedimiento debido al jurado municipal que debía resolver su disputa, como único autorizado para ello.
 
CONCLUSIONES
foto Isaac Galván
  • El animal elegido para Toro de la Vega resultó adecuado, satisfaciendo a los torneantes.
  • El alanceamiento sucedió en terreno impropio.
  • Se vulneró el cap. VI art. 5º: “ Que el torneante se muestre muy cortés, como hidalgo, con los demás torneantes, evitando malas formas y palabras altas. Si surgiera disputa, compórtese con humildad y resuélvala con buenos modos. Si no hubiera acuerdo, acúdase de inmediato al Juez de la Villa y lo que resuelva, sea inapelable y quien apelara a otro, sea tenido en poco”.
  • Se vulneró el cap. VII art. 5º “ Que el lancero de a caballo use una versión apropiada de la lanza descrita..” refiriéndose a la lanza mediana castellana de hoja romboidal o lanceolada, pero nunca arponada .
  • Se propone al Concejo Abierto declarar el Torneo como NULO por observarse defecto técnico (cap. VII art. 5º) y defecto moral (cap. VI art. 5º).
  • Declárese TORNEO NULO si muerto el Toro, ningún lancero pareciera acreedor al título por haberse observado defecto técnico o moral, aún cumpliendo la ordenanza; también, si se lesionara el Toro avanzado el Torneo”.
    Declárese TORNEO INVÁLIDO si el toro fuera muerto mediante acciones contraordenanza o resultara manso al extremo de no constituir verdadero enemigo”.
    Un Torneo nulo es un Torneo fallido parcialmente, en el que no se han dado las rigurosas condiciones exigidas para declarar vencedor, pero tampoco contravenciones graves a la ordenanza. Un Torneo inválido es un Torneo fallido totalmente, en el que han sucedido acciones contra ordenanza bien voluntaria, bien accidentalmente. La anulación implica carencia de virtudes; la invalidez, presencia de defectos graves.

 EL CONCEJO ABIERTO DEL PATRONATO PROCEDERÍA EN SU CONCEJO DE NAVIDAD A DECLARAR EL TORNEO COMO NULO