La Fiscalía y la Comisión de Campo del Patronato del
Toro de la Vega junto con sus torneantes y lanceros, habiendo visto de
propios ojos, escuchado a torneantes discretos, estudiado el material
gráfico disponible hasta la fecha y analizado cada acción de las
sucedidas conforme a leal entender, propone a su Concejo Abierto, según
Ordenanza, la siguiente
CRÓNICA EXTRACTADA DE LO SUCEDIDO
EN EL INMEMORIAL TORNEO DEL TORO DE LA VEGA . AÑO DE 2.012
PROLEGÓMENOS :
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Volante.
foto. Gerardo Abril.
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El El Día de las Portadas se
presentó el Toro de la Vega 2.012, llamado Volante y criado por D.
Fidel San Román. Ganadería El Ventorrillo. Robledo de los Osillos.
Los Yébenes (Toledo). Divisa: verde y blanca. Señal: horquilla en ambas
orejas. Procedencia: Juan Pedro Domecq Solís 1.992. El domingo 02 SEP,
sobre las 18,45 fue desembarcado en el coso de la Providencia; pesaba 622
kg.. Negro mulato en franciscano; bragado, algo meano, algo calzón
salpicado, algo axiblanco. Nacido en Marzo del 2007, nº 28 y guarismo 7.
Remolón a la hora de salir,
repudió a la parada de cabestros tomando querencia en el centro del ruedo
mientras vigilaba escarbando aparatosamente. Tras fracasar numerosos intentos
de moverle con la parada, se recurrió al cuerpo y al trapo; al cuerpo se
arrancaba de lejos, no así al trapo. Movido a cuerpo hasta las tablas,
punteaba sin precisar y sucesivamente con ambos pitones sobre cierto útil
elaborado para estos menesteres; luego, regresaba a querencia. A las 8 de la
tarde, cuando ya escaseaba luz, considerando imposible guardar al toro, se
mandó al público que abandonara el ruedo. Sería enchiquerado hacia la 1 de la
madrugada.
El toro respondía físicamente a
lo buscado por D. Francisco Medina, configurador de los ventorrillos a
partir del material Domecq, un toro de aparato en todos los sentidos:
Voluminoso, alto de agujas, ancho, cornalón .. Resumidamente, poseía la
apariencia pedida por la Ordenanza. En cuanto a comportamiento, su actitud
generó dudas.
ENCIERRO :
Martes
11 SEP a las 00,30 h., una bomba real –apenas escuchada en la plaza-
ordenó comenzar el encierro. El itinerario estaba abarrotado, no así la
plaza de toros donde había cosa de ¾ de entrada. Primero se soltó al toro
y luego a la parada. Tomó puente arriba tras breve duda, cuidando los
corredores no citarle ni cortarle y entró en la plaza ahora tan hermanado
con la parada que giró el ruedo junto a ella.
Sólo una vez fue probado a cuerpo,
respondiendo con gañafones y medias arrancadas.
SUELTA :
Martes 11 SEP a las 10,30 h., miles de torneantes ocupaban sus posiciones
en villa y Palenque, observando la buena crianza propia de nuestra
Cultura, cuando sucedió esperpéntica anécdota: Un grupo de sobre 20
individuos animalistas pretendió impedir la suelta del toro situándose
bajo el paredón sureste de la Iglesia de San Antolín. Protegidos por la
Guardia Civil, aguantaron improperios y amenazas de los torneantes hasta
que cosa de 5 minutos antes de las once fueron expulsados dando lugar a
tan jocosas como trasnochadas escenas.
La mañana era espléndida,
con viento 1 m/sg; T: 18º C, humedad 64 % y el estado de ánimo que causa
observar a la flor de los toreros populares castellanos y de otras tierras
–incluso muy lejanas- dispuestos a celebrar la inmemorial ceremonia. El grueso
de la caballería y los lanceros de a pie desplegaron sobre el Límite Anterior,
siendo de observar la recalcitrancia de un pequeño grupo de jinetes que hubo
de ser obligado a ello por la fuerza pública.
A las 11.00 salió el toro andando hasta detenerse un instante en la curva del
Empedrado; inmediatamente citado y circulado por los torneantes, fue movido
hacia la Vaquera, donde tomó un paso más vivo que aligeró conforme bajaba sin
reparar demasiado qué tenía en su entorno. La carrera al trote permitió
satisfacer a los corredores.
foto : Jose Carpita
En el Corro del Cristo hizo parada para recomponerse,
amagando arrancadas cortas al objeto de frenar a los numerosos cortadores y
mantener despejado un círculo de sobre 8 metros. A las 11,05, bajó la
Cuestecilla tomando la Zona de Transición por el borde de la Tierra de Domingo
Campos; el paso lento y vigilante que llevaba permitió cortarle a algunos
torneantes aunque requirió la intervención de los caballos-guía para
conducirle hacia la Vega. Tomó la lindera del Caminillo a la Gravera,
deteniéndose hacia la mitad de la valla de los Viveros Tordesillas; allí
tendió círculo el peonaje al que se incorporó parte de la Caballería,
abandonando su línea contra Ordenanza. El círculo se estrechó por momentos;
pero entonces, el toro comenzó a dar arreones, en uno de los cuales alcanzó
aparatosamente a un torneante de la villa de Olmedo, aunque no le causó daños
debido a oportuno quite.
Como si el éxito hubiera sido señal de retirada, pasó a galope tendido
volviendo sobre sus pasos camino de la villa, hasta regresar al picón de la
Tierra de Domingo Campos, donde se detuvo. De nuevo cortes y cites le llevaron
hacia el Palenque a paso muy lento, parando de vez en cuando mientras cerrado
por los torneantes a razonable distancia, prevención necesaria ante los
fulgurantes arreones que habrían resultado nefastos en aquel arenal espeso.
Poco a poco llegó frente a la Riberilla de la Josa, sobre la Cañada de
Foncastín, donde se detuvo. Tanta parsimonia permitió que centenares de
torneantes le rodearan a prudente distancia trazando espeso y dilatado
círculo. El despliegue impedía reaccionar con prontitud a las líneas más
retrasadas, de modo que ante un pequeño arreón, respondían las primeras
circunferencias abriéndose rápidamente, pero las demás –no viendo al toro- se
descomponían desordenadamente. El arco de circunferencia metido en la
Riberilla, además de ver mal al toro, tenía cortada su retirada por la
alambrada de espino del majuelo de la Josa, tal obstáculo causó numerosos
heridos leves.
TORNEO :
Como el toro no
avanzaba, una buena mano de caballería salió a buscarle desde su línea
entre las recriminaciones del peonaje; llegados a cosa de 10 m., encelando
con colas y voces consiguieron que el toro arrancara tras ellos Camino del
Campo de Tiro adelante. En esos momentos se disparó la bomba que
autorizaba el alanceamiento y el toro de nuevo se detuvo frente a la
Riberilla de la Josa, donde algunos peones procuraron brillantes cortes.
Paso a paso llegó por fin a la divisoria entre el majuelo de la Josa y la
Colonia, allí tomó querencia sobre la valla de la Colonia. Intento la
Caballería sacarlo con circulaciones, hostigándole con vara e incluso alguna
lanza de desmesurado mástil; pero el toro, o no respondía o lo hacía con
arrancada en corto y carrera en corto, y los jinetes, no podían pisar el metro
decisivo que les permitiera alancear debido a lo espeso del arenal y a la
alambrada que les cerraba su salida.
En una de estas
salidas fue alanceado por el lancero de a pie D. Sergio Sacristán. El ataque
fue magnífico, en pleno arenal, por la zona muerta de visión trasera,
apoyándose en un jinete que circulaba; sin embargo, sintiendo el ataque,
volvió el toro, con lo cual desapareció la posibilidad de alancear en la mitad
anterior y el golpe – de adelante hacia atrás- fue a dar algo antes del vacío
trasero derecho, a media altura. La acción, conforme a nuestra Ordenanza fue
muy valiosa aunque ni certera ni grave.
Tanto se dolió el
toro, que tras dar una coz al vacío salió como alma que lleva el diablo
regresando de nuevo hacia la villa por la Cañada de Foncastín mientras era
seguido a galope tendido por una pequeña mano de jinetes . Le darían alcance
frente al camino de acceso a la Josa Alta; entonces galopó un jinete la zona
muerta de visión trasera y alanceó en el flanco izquierdo manteniendo la lanza
mientras otro jinete cerraba y alanceaba el flanco derecho. Repetirían la
operación hasta que a efectos de la lanza puesta en el flanco izquierdo, el
toro se fue de manos, cayendo muerto en el picón de la Tierra de Domingo
Campos. Eran las 11,19.
Surgió disputa entre
peones y jinetes, alegando los primeros haber sucedido el alanceamiento en la
Zona de Transición, fuera de Palenque; respondiendo los segundos que dada la
señal de alanceamiento, es Palenque, excepto el río.
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foto: Gerardo Abril
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CONCLUSIONES
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1. El toro, de
irreprochable trapío, resultó manso y huidor, aunque no por ello menos
peligroso.
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2. El peonaje vivió
durísimos momentos debido a la discontinuidad del movimiento del toro.
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3. El peonaje
manifestó gran capacidad táctica al absorber arreones, mover el toro a
cuerpo e incluso torear de cuerpo.
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4. El alanceamiento a
pie de D. Sergio Sacristán estuvo cargado de sentido táctico, análisis y
valor, procurando la primera lanzada clara conforme al Cap. IV, p. 4º de
nuestra ordenanza 1.994, por lo que se propone al Concejo Abierto sea
tenido como “Lancero Notorio”.
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5. La Caballería
desplegó en su línea tras las banderas, obrando conforme a ordenanza
excepto una mano que hubo de ser forzada a ello y que la abandonó en
cuanto pudo tratando primero de tirar del toro hacia el Palenque y luego
cabalgándole hacia la Zona de Transición hasta darle muerte.
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6. El primer
alanceamiento a caballo procuró una lanzada certera y grave,
aunque poco valiosa en atención tanto a la técnica utilizada, como al
escaso valer del toro, quien ni siquiera volvió al sentir hierro. Igual
cabe decir del segundo; El Cap. IV, p. 7º. B, de nuestra ordenanza 1.994
(ADICIONES 2.009), ordena: “Declárese TORNEO NULO si muerto el Toro,
ningún lancero pareciera acreedor al título, bien por defecto técnico,
bien por defecto moral.... un Torneo nulo es un Torneo fallido
parcialmente, en el que no se han dado las rigurosas condiciones
exigidas para declarar vencedor”
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CONCLUSIÓN FINAL:
Puesto que declarar vencedor supone ejercer el derecho premial para
reconocer acciones meritorias relevantes y éstas se cimentan en cumplir
las “rigurosas condiciones” exigidas por la Ordenanza y el espíritu de
hidalguía, lo que no fue el caso; se propone al Concejo Abierto declarar
al Torneo 2.012 como NULO
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