LA EXTINCIÓN DE LOS "PATAS BLANCAS".

 J. Ramón Muelas García.

foto : Jose Carpita & Eric Labeirie & J. Ramón Muelas.


    Para estupor del aficionado corre una noticia de plomo : los “patasblancas” de Sánchez-Cobaleda que pastaban en Castillejo de Huebra han sido exterminados pasados los Santos. José Manuel García y Pilar Majeroni, que comandaban el buque insignia de los Vega-Villar han conducido la vacada completa y sus sementales al último lugar donde debe ir un toro bravo : al matadero.

      ¿Por qué?. Por la carta verde, tan de moda en los últimos tiempos. Es imposible mantener una ganadería cuando los saneamientos vendimian la vacada. Unos culpan a la Administración por no mojarse ni aún tirándola al mar; otros a la consanguinidad, que debilitando a la tropa acaba por imposibilitar un saneamiento efectivo; otros a la economía porque no puedes seguir si no vendes en cantidad y precio razonable; lo que a su vez implica a la torería de montera por no quererlos mirar ni a la cara y al aficionado de montera feriada y frasquito de esencias, quien víctima de sus ignorancias quiere tardes de gloria clónica y continua. Pero como es costumbre patria echar siempre la culpa a alguien y además ignoramos los pormenores de la operación y además se te queda cara de tonto por lo increíble (aunque no inesperado) de la noticia, mejor procede callar hasta saber.

     Ya nos quedan pocos “pintos”; ésos pocos tienen el mismo libro de problemas que los Cobaledas, si no más difíciles. ¿Qué se puede hacer? : nada a nivel montera. Aquí manda la torería superior, a saber, los diez apóstoles : Juli, Ponce, Tomás, Cid, Fandi, Talavante, Perera, Morante, Manzanares y Cayetano. Estos y sus peritos quitan y ponen hasta en los ministerios (aunque alguna ministra no quiera retratarse con ellos), mucho más en cuestiones de compra-venta, modelo de toro etc ..., así que poco espacio dejan a encastes y ganaderos fuera de sitio.

     ¿Y a nivel talanquera?. Medina, Cuéllar, Íscar, Tordesillas, Valladolid (sí, también) ... no podían hacer un ciclo de novilladas picadas con esos encastes?. Posiblemente tuvieran más interés que las esperpénticas corridas que nos recetan y que se van a los 9 millones.

     También toca la china a algunos ganaderos. ¿Y los toros con nombre propio?. Pese a la bajada de precios estamos pagando archibienpagados toros de marca para correrlos con nombre propio; cierto que todos los ganaderos crían por afición y lidian en Madrid y les duele mandar sus toritos del alma creados para gloriosas faenas a pueblos de poca monta y en fin, esas cosas que cuentan para llegar a los 10.000 euros por un bicho que gusta a la comisión ... ¿Por qué no negociar con realismo directamente ayuntamiento-ganadero?. ¿Por qué no aliarse varios ayuntamientos para compras masivas?. ¿PSOE y PP comprando juntos? . ¿Y por qué no?. me imagino un veedor municipal buscando 150 bichos durante varias campañas. ¿No podría exigir razonablemente un modelo de tienta, de toro, como los diez apóstoles?.

     Quedaría por apuntar el difícil problema de refrescar sangre de verdad, negocio sólo al alcance de muy ricos y muy aficionados; rara especie antaño, hoy casi extinta a causa de la crisis. Negocio donde la Administración debiera echar sus cuarto a espadas (si se dejan los enfermos) dando fundamento real al Itacyl y al Centro Etnográfico para enmarcar el problema genético/sanitario de verdad, concluir de verdad, aplicar de verdad, resolver de verdad y por fin, vender, ganar y todos satisfechos, que es de lo que se trata.

     Vista la reacción del mundo de la montera ante la prohibición catalana, ungida de un hálito masoquista que pese a honradas excepciones pone los pelos de punta, no cabe esperar por ahí más que discursos grandilocuentes y reuniones para lamentarse; muchas reuniones, mientras terminan de esquilmar la mina. Es así necesario obrar desde la talanquera con independencia de los “profesionales” o al menos de su filosofía tan particular, sólo así se reconstruirá la tauromaquia desde sus cimientos : Hora de los ayuntamientos “paletos”, de los encaste con “pocos cuernos”, de los toreros “mataos”.

     En resumen, hay que mover el saco de los ratones atontados por el monopolio, la ignorancia, la soberbia, la discordia, la picaresca, el servilismo, la vagancia y otras tantas lacras que conducen a la muerte dulce, para asomar la cabeza tras un largo, duro y aún novedoso camino.

A modo de esquela vayan estas fotos obtenidas cuando reventaba la primavera extremeña allá por el 2.006 en la Finca Zamarril, in illo tempore, preguntado por el cercado de los “patas blancas”, un mayoral  respondió a regañadientes:

- Aquí si entramos es bajo su responsabilidad, de éstos no nos fiamos y las mujeres no pueden pasar.

Hágase la voluntad de Dios. Entramos. Era la Gloria en blanco, negro y algo de rojo; lo Vega Villar con el toque de cuatro generaciones ganaderas resoplaba encarándose amenazador. Cortaba el aire una fiereza brava hoy ya recuerdo. Malo, cuando nos dedicamos a recordar, peor cuando escribimos elegías: réquiem in pacem un siglo de personalidad. Qué solos deben haber quedado los lagunejos azules al cesar reburdeos de guerra!: ausencia inabordable para tiempos de tocinillo, los “pintos” ya sólo son líneas de algún tratado de tauromaquia especializado (en francés).


Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)