El maestro Rafael Calvo Calpe, alcalde
de Segorbe, trató sobre la Entrada de toros y
caballos, función declarada Fiesta de Interés Turístico
Internacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial. Tras describir
la villa, cuyas fiestas se celebran la segunda semana de septiembre
y culminan con la Semana Taurina, pasó a describir la Entrada.
Comienza a las dos de la tarde y finaliza al amanecer con los toros
de fuego; dentro de la función, la parte más peculiar y que da
nombre propio es la conducción del encierro a caballo por el
interior de la villa por medio de un pasillo que forman los
aficionados; es decir, no hay talanqueras, son los propios cuerpos
de los aficionados quienes limitan la carrera.
Documentado desde 1.386, hasta hace poco podían participar los
jinetes que quisieran y componían el encierro con 2 toros y 4 vacas,
hoy ha cobrado tal fama que se ha masificado, de modo que el número
de jinetes ha quedado reducido a 13, encerrándose toros y cabestros.
Antaño eran los quintos quienes organizaban las comisiones de
fiestas, hoy son las peñas, que pagan la mitad de la función.
Suelto el encierro desde un corral, son recogidos por mano de
caballería formada en herradura, quienes tras embolsarlos entran al
recinto amurallado donde 20.000 aficionados despliegan en ambas
aceras abriéndose lo más tarde posible, dejando paso y cerrándole
luego que han pasado. La carrera mide sobre 500 metros.
Los toros serán posteriormente devueltos mientras la caballería, en
hilera, pasa por medio de los aficionados, quienes con sus aplausos,
silbidos o silencio, juzgan la calidad de la acción. Como otras
funciones, la Entrada es una seña de identidad para Segorbe, a ella
ha dedicado un monumento y un centro de interpretación.
En cuanto a la economía, deja a la villa 1.000.000 euros destacando
entre sus visitantes los turistas rusos, tan numerosos como
aficionados. Finalizó invitando a la afición para el 7 de septiembre
2.015, fecha en la que comenzará la próxima Entrada.
El maestro Francisco Narciso Ramos Baltasar,
alcalde en el Sabugal, tuvo a su cargo la descripción pormenorizada
de la capeia arraiana o tauromaquia
tradicional portuguesa de la frontera, considerada como Patrimonio
Cultural Inmaterial Nacional.
Comienza con el “Ir buscar os touros”, equivalente a nuestro
apartado en el sentido festivo de desplazamiento masivo de
aficionados hasta la base de partida del encierro y acompañamiento
posterior, unos a pie y otros desplazándose hacia los puntos
críticos donde le verán pasar a su sabor.
Cuando llegan al foraño de la villa comienza propiamente el “Encerro”;
la caballería da el arreón apoyada por cabestros y vacas hasta
introducir el ganado en la plaza.
Tras el encierro es costumbre correr el “touro da proba” para
comprobar la calidad del ganado. Después de comer (“o almoço”)
tiene lugar una procesión festiva encabezada por los mayordomos
vestidos con sus insignias, tamboril y alguna caballería de escolta,
perimetrarán la plaza y pedirán a la autoridad permiso para
utilizarla, permiso que es celebrado con alegrías.
La capeia propiamente dicha tiene como lance principal el uso
del forcón/forçao, especie de triángulo construido con
troncos que pesa sobre 350Kg., se renueva cada año y es manejado por
30 hombres (pegadores) que se acoplan en el interior de él.
Los puntos críticos están en los extremos de la base del tríangulo (galhas),
puestos que suelen ocupar los mayordomos en el primero de los seis
toros que corren y luego, individuos experimentados. No menos
importante es el vértice del forcón, dado que desde allí se gobierna
el movimiento para que la trayectoria del toro sea siempre
perpendicular a la base del triángulo, a los toreros que gobiernan
ese vértice les llaman “rabixadores”.
Tras las pegas comienza el toreo a pie hasta que el toro
queda a punto de arte, entonces se arrojan sobre él tomándole por
cabeza y por cola, una vez inmovilizado finaliza el lance,
abriéndose los toreros ordenadamente y al unísono.
Finalizada la capea tiene lugar el “desencerro”. La función
más notable es el “Festival del forcón” o reunión en Agosto
de las villas del Sabugal para lidiar cada una su toro. El maestro
Ramos concluyó afirmando:
“Es una
especie de religión a la que no basta asistir, es preciso
participar”.
Para describir los protocolos de actuación
vigentes en la tauromaquia popular, especialmente en lo
tocante a veterinarios y autoridades, se designó a los maestros
Jordi Vendrell Cedó (reglamentación
catalana), Luis Alberto Calvo
(Castilla-León) y José Antonio Gómez Cordero
(Extremadura).
El maestro Vendrell comenzó exponiendo la difícil situación de la
tauromaquia en Cataluña, donde la de montera está prohibida en la
práctica y la de talanquera excesivamente limitada, señalando como
origen del problema la ley 3/1988 de protección animal precisada en
el D. 12 MAY 1.989 donde el objeto legal no son las tradiciones
humanas, sino el “derecho” animal y que ordena astracanadas como la
“tradición condicionada”, prohíbe cualquier toro de muerte, señala
para los enmaromados que “el organizador evitará la fatiga de los
toros” y concluye con un manual de buenas prácticas.
Tales impertinencias dictadas por intereses políticos seguirían su
derrotero fundándose en encuestas. Las negociaciones llevadas a cabo
en las instancias políticas por la afición catalana fueron
conducidas hacia un barrizal: “ … Oriol Pujol nos engañó ..”
. En SEP 2.010 las buenas palabras concluyeron con la prohibición de
la tauromaquia de montera y la limitación práctica de la tauromaquia
de talanquera pese a la pequeña concesión de aplicar el criterio de
“Tradición no condicionada” (D. 34/2010).
En la actualidad corren toros 37 municipios con las variantes
levantinas como los bous a la plaça, destacando Amposta,
donde se reúnen 10.000 aficionados; bous a la platja o al
mar, correbous o al carrer,; capllaçat o enmaromado,
cuya duración máxima ha sido rebajada; embolat, con duración
máxima total de 30 minutos y duración máxima del fuego 15 minutos,
levantándose acta de la duración; salvatge o cerril o en
puntas, autorizándose a correrle como máximo dos veces al día y
exhibitió d’ habilitats.
Respecto a las capeas en ganadería -recurso turístico de gran
interés económico- se las dificulta todo lo posible.
El maestro José Antonio Gómez Cordero, como delegado gubernativo en
Extremadura, describió la normativa que allí se aplica basada en el
R. 187 / 2010 SEP 24, puntualizando las funciones del presidente
como primer responsable y recomendando para el buen éxito la máxima
oportunidad en la comunicación e integración con su asistente, el
delegado gubernativo.
El principal problema para ambos es que el análisis de la seguridad
sea realista y esté ejecutado antes de soltar los toros, ya que a
veces los técnicos cobran y no se presentan o actúan como si
estuvieran de fiesta en vez de trabajando.
Recomendó puntualidad en el reconocimiento de reses y en la
capacitación del director de lidia y colaboradores, dejando
constancia de las anomalías en el estadillo “actas de incidencias”;
también en el cumplimiento del protocolo tocante a la duración del
uso del animal (30 minutos machos, 15 minutos vacas), pohibiciones
vigentes y confección del acta post mortem.
El maestro Luis Alberto Calvo describió la normativa que afecta a
los técnicos conforme al Reglamento de Espectáculos Taurinos
Populares de Castilla y León, advirtiendo de su importancia, ya que
en la comunidad se celebran sobre 3.500 funciones populares y en
Valladolid 800 (80% de las funciones totales).
Incidió en la importancia de confeccionar el “certificado de
chiqueros” y la existencia de medios para tomar muestras
biológicas.
El Reglamento exige la intervención de dos veterinarios en cada
función, los cuales, una hora antes deberán inspeccionar y volcar al
“acta de reconocimiento” el origen, edad, identidad, sanidad
y peligrosidad (certificado de despunte) de las reses a correr.
Finalizado el ciclo festivo disponen de 24 horas para sacrificar las
reses utilizadas, lo que ordena el reglamento se haga en ausencia de
público.
 |
El maestro Gabriel Biezma Moreno,
concejal de Pamplona, tuvo a su cargo la descripción y actualidad de
los encierros que celebra la ciudad por San
Fermín, declarados de interés Turístico Internacional.
Tras una cuidada descripción histórica, refirió los recursos humanos
que son necesarios para el gobierno del encierro: 150 policías
ordenando la carrera desde las 6,30 de la mañana, 200 sanitarios
desplegados en 15 puestos con 4 equipos quirúrgicos, equipos de
limpieza, infraestructura, transmisiones etc … cuya misión es
optimizar la seguridad de los 1.500 corredores de un diario a los
4.000 de un festivo.
Los problemas más difíciles proceden de la ignorancia; por una
parte, algunos extranjeros no son conscientes de los peligros del
toro, creen que es un juego; incluso excursiones completas son
dejadas en lugares inoportunos por empresas turísticas tan
ignorantes (si no se quiere pensar mal) como sus clientes; no se les
puede expulsar de allí por el simple hecho de ser orientales,
anglosajones o caucásicos, dado que no vulneran la reglamentación;
tampoco es fácil informarlos y convencerlos del grave peligro que
van a correr: He ahí un problema.
Otro problema grave son las vacas que se corren tras el encierro;
por alguna razón tienen especial atracción para los individuos
drogados con euforizantes, quienes se arrojan sobre ellas y sufren
las consecuencias. A estos dos problemas se añaden los inherentes a
la masificación.
Al objeto de minimizar la duración del encierro se han tomado
providencias como la de plastificar las zonas donde resulten más
probables las caídas; con ello han disminuido los tiempos. Algunos
opinan que el encierro es perjudicial a la hora de torear de montera
los toros; sin embargo, muestra la experiencia que en Pamplona se
caen menos que en otras partes, luego el encierro resulta
beneficioso (además de los extremados cuidados).
Realizó un estudio táctico dividiendo los toros corridos en dos
grupos según se paren en la calle o no; y el comportamiento de ellos
en cuatro fases; la que llamó fase 1, caracterizada porque el
toro avanza descontroladamente derrotando (en su caso) sin cebarse
con el bulto. La fase 2, en ella los toros se agrupan obrando
conforme las pautas del grupo; la fase 3, en la que el toro
duda si huir o atacar y la fase 4, en la que asientan parados
para atacar. Los toros que “se paran en la calle” pasan de
fase 2 a fase 4; los que no se paran pasan de fase 1
a fase 3, interviniendo los dobladores para evitar que
lleguen a la peligrosa fase 4.
En este marco general tiene gran influencia el encaste de
procedencia pues no es igual un noble Mihura que un peligroso
Guardiola..
El análisis de los Sanjuanes de Coria
como Festejo Tradicional Singular estuvo a cargo de los maestros
Ricardo Iglesias Delgado, José
Manuel Bueno Calle y el alcalde la villa
José Manuel García Ballestero.
El maestro Iglesias expuso los
antecedentes históricos de una función en la que las 200 peñas
tienen papel de importancia pues no sólo compran la mitad de los
toros, sino que procuran adquirir animales del mejor trapío posible.
Peñas y ayuntamiento engarzan con la figura del abanderado,
nombre que recibe el antiguo comisario de toros que nombraban
regimientos y cofradías para la adquisición de ganado y ejecución de
la corrida.
La función de toros de San Juan consta de tres partes: El encierro,
la lidia en plaza y la lidia en calle. Hasta no hace mucho la
función seguía derroteros similares a la tauromaquia practicada en
La Vera y que mantenía la tradición de utilizar arma blanca por los
aficionados, en esta comarca, especialmente los soplillos, o
alfileres dotados de un cono estabilizador proyectados con
cerbatana, así como disponer dos hileras de mozos a bocatoril para
prender banderillas, cintas arponadas etc … hoy las antiguas
costumbres han sido prohibidas autorizándose únicamente a torear en
la plaza de cuerpo; es decir, cortar, recortar, saltar o quebrar,
sancionándose el resto de lances.
Tras la estancia en plaza, una campana ordena la suelta del toro por
el interior del recinto amurallado, donde es corrido el tiempo que
se considere prudente, transcurrido el cual será muerto por un
disparo.
Hasta no hace mucho, muerto el toro, el primero de los presentes que
accediera podía tomar los testículos del animal, hoy se toma nota de
quien ha sido y se le entregan en el matadero. También celebraban la
ceremonia de toma de sangre de modo similar a como hacemos en el
Inmemorial Torneo.
El maestro Bueno complementó la exposición anterior remitiendo a la
Ordenanza Municipal 2.012 JUN 15 que regula la función actualmente y
cuyos objetivos principales son : “evitar la desnaturalización de
la tradición de las fiestas” y “servir de escaparate para el
resto de las fiestas taurinas tradicionales”.
El maestro
García Ballestero sintetizó lo expuesto afirmando que lo importante
es “respetar y cuidar al toro” y que “nuestra tradición es
correr delante y detrás (del toro) y nada más”.
La última sesión corrió a cargo del maestro
Ricardo-Andrés Roa Castellanos quien trató sobre la
evolución, razones y perspectivas de futuro de
los festejos taurinos populares.
Comenzó citando al lapidario San Isidoro de Sevilla:
“la ley
debe ser posible, conforme a natura y apropiada a las costumbres
del país”
Para luego demostrar cómo hoy es frecuente incumplir alguna o todas
las premisas isidorianas. Los ejemplos fueron numerosos, tal vez el
más sangrante la negativa de europarlamentarios españoles (¿) a que
los ganaderos de lidia cobren igual subvención que los de otras
especialidades, aunque no faltaron otras perlas como la de culpar a
los rumiantes del “cambio climático”. Significó que tales
ocurrencias pueden tener un impacto económico que redunda en
elevación de costes, falta de competitividad, empobrecimiento y
paro.
El argumento capital para comprender la razón de existir los
festejos populares es la voluntad popular que ve en ellos una seña
de identidad, una raíz, como pueda ser la lengua, de ahí que sólo
puedan ser extinguidos extinguiendo al pueblo portador de tal
idiosincrasia. Dentro del marco darwiniano, cualquier movimiento
totalitario tratará de imponerse neutralizando a otras ideologías
que comparten el espacio; más, si como es el caso, ese movimiento
dispone de los resortes claves y una teórica superioridad “moral”,
por lo que a primera vista podría parecer que la tauromaquia (de
montera y talanquera) tiene su días contados; sin embargo, esos
movimientos totalitarios arrastran notables contradicciones internas
por no ser “conformes a natura”.
La paradoja que supone admitir la superioridad de una “moral
degenerada” no es sostenible; basta echar un vistazo a la situación
geoestratégica para comprobar cómo el centro de gravedad se aleja
inevitablemente de Occidente, a quien mantiene un núcleo de moral
“conforme a natura”. ¿Quién se adaptará mejor al medio en los
próximos años?. En este marco se explica como la tauromaquia popular
crece en adeptos que hallan en ella sus fundamentos humanísticos y
enfada cada día más a sus enemigos naturales, los totalitarios
convencidos de que el vivir diario ha de discurrir como ellos
pretendan, que suele ser un vivir opuesto a como hasta ahora se ha
hecho; no porque la tecnología recomiende el cambio, sino porque lo
ordena su capricho. ¿Bastará con hacer ver las realidades a unas
masas urbanas amodorradas por el opio de los tópicos antinaturales?,
esa debe ser (en primera instancia) la estrategia de la tauromaquia
popular.
CONCLUSIONES.
Como habrá
visto el lector capaz de llegar hasta aquí, el Iº Foro resultó
variadísimo, pasando revista a las realidades de una parte de la
tauromaquia popular; pretender mostrarla al completo será materia
para próximos foros.
Las jornadas resultaron intensas no perdiéndose ni un minuto, lo que
dice mucho y bien de su organización, quien cuidó dosificar la parte
descriptiva, con la parte técnica y la parte táctica para que el
alumno tuviera información de la que vale su peso en oro, no aparece
en reglamentos ni se suele referir en escuelas técnicas, pero es la
que diferencia al técnico solvente del técnico funcionario y la que
al final aporta plusvalía a las funciones y satisfacción a sus
usuarios.
El Foro permitió unas relaciones informales que facilitaron el
conocimiento mutuo y cercano de participantes (alumnos y maestros);
se intercambiaron opiniones, se comunicaron proyectos y se tejió una
red electrónica que permitirá mantener la relación de modo que los
trabajos extremeños sean conocidos en Castilla y viceversa. Hay
muchos más francotiradores de los que parece, estudiosos aislados
que generan información de gran interés para los estudiosos de otras
comarcas taurinas; unos no pueden divulgar, los otros las ignoran y
todos perdemos la ocasión de progresar; que el foro colaborara en
limar este problema es todo un éxito.
Que los responsables políticos, fuerzas de orden público y otros
responsables conozcan en profundidad el sentir y modo de ser del
pueblo donde puedan ejercer su función, es capital para que reine la
justicia (la de verdad), la buena orden y el sentimiento de buen
gobierno, en una palabra, para que sean más auctoritas que
potestas.
Tan
importantísima formación procuró el Iª Foro.
Respecto a veterinarios profesionales y estudiantes, el Iº Foro
colaboró en su capacitación para ejercer labores más allá del mero
control e inspección, ya que el conocimiento de las particularidades
de la crianza del ganado, del uso específico que se le dará en cada
función, del comportamiento en ambiente multivariable etc … les
facultará para ejercer labores de asesoramiento realista.
En resumen, la
Junta de Extremadura y el Colegio de Veterinarios de Cáceres han
prestado un buen servicio a la tauromaquia popular, por lo que
procede felicitarlos, exhortarlos al diseño del IIº Foro y hacer
mención especial del director del curso D. Francisco Hernández
Alejandro y colaboradores.