GANADERÍA HERMANOS MAYORAL. EL COVID-19 VISTO DESDE LA CARMONA.
J. Ramón Muelas |
foto. Jose Carpita |
Ha habido años muy difíciles en nuestra historia que al
final se han atravesado con las herramientas propias del
tiempo: La peste negra de mediado el s. XIV, las tremendas
epidemias de 1.599, 1.683 … el cólera morbo del 1.834,
cuando el carro del ayuntamiento de Tordesillas no daba
abasto para mover a los muertos, la gripe de 1.918 con sus
40 millones largos de bajas en el mundo ... Tales
calamidades suponían un revolcón imposible de evitar con los
recursos técnicos disponibles; sólo se paliaban con los
recursos morales obtenidos de las rogativas a Ntra. Sra. de
la Peña y un estoicismo a toda prueba.
Creíamos que todo eso era historia pasada, un simple parque temático en el que distraer el morbo, y mira tú por cuanto, en plena modernidad nos damos de bruces con un episodio puramente medieval para el que no tenemos ni capacidad técnica con la que vencerle, ni capacidad moral con la que enfrentarnos a él. La capacidad técnica es imposible conseguirla aquí, ni siquiera pueden utilizarse un par de monos con los que probar posibles soluciones bioquímicas, de modo que hay que confiar en la capacidad de las farmacéuticas americanas y preparar la cartera para pagarla. La capacidad moral poca glosa necesita a la vista de lo visto, ni siquiera se ha dicho una rogativa pro salutem a la virgen de la Peña, ni siquiera se puede estimar el número real de muertos para no alarmar, cada uno da vueltas a lo tonto en su cortijo tirando cortinas de humo con las que ocultar la falta absoluta de recursos y todo se resume en nervios, multas, performances, pocos test, menos mando y ninguna claridad de proyecto. Sea lo que Dios y las farmacéuticas quieran. En tal ambientillo es imposible hacer vida medio normal, de modo que entre otras muchas actividades, la tauromaquia ha sido suspendida para evitar la difusión del virus. La afición puede esperar; la torería de montera, mal que bien, también; la de talanquera, a esta fecha están prohibidas hasta las capeas, de modo que a esperar, pero … ¿Y las ganaderías?. Los animales comen a diario y si no se vende no se puede comprar esa comida. De Europa ya sabemos lo que puede esperar el ganadero de bravo; de Madrid, poco más o menos; de Valladolid, palabritas y puñaladas, acordémonos del Pentauro y de la prohibición del Toro Vega, claro que si algo viene de alguna corte será bien recibido.
¿Qué hacer?:
Una pequeña ganadería de las que sufre en sus carnes estos
problemas es la de los Hermanos Mayoral, actualmente en la
Dehesa la Carmona, de Castronuño, donde al menos desde hace
cuatro siglos tiene lo bravo un buen reducto; allí resisten
disminuyendo costes y eliminando gastos. Los costes se
reducen encogiendo la ganadería hasta quedar las vacas más
relevantes con sus chotos y algunos erales que sirvan en un
futuro para relanzar la oferta; y además de mayor calidad
por más seleccionada. Los gastos se eliminan paralizando
compras de ganado, eliminando mantenimientos y todo aquello
que no sea imprescindible. ¿Qué se podrá ofertar?.
Lo que más llama la atención de la vacada Mayoral es su
variada tipología. Desde las “Dionisias” mulatas
tostadas, huesudas y encornalonadas, hasta las jaboneras
tordesillanas “de la llave”, dicen que puro Veragua,
reliquia cuyo estudio de ADN podría reparar sorpresas y que
son una garantía frente a la consanguinidad; desde las
carialargadas santacolomas con arrugas como las de los toros
de Numancia, hasta las gráciles “patasblancas”
injertadas en la rama Ibarreña. Variedad de pintas,
morfologías, hechuras y genomas y además, con la edad media
que garantiza la buena capacidad reproductora: De cinqueñas
en adelante. ¿Será rentable el negocio para oferta y demanda?.
Dada la reducción importantísima en la cantidad ofertada,
cabe esperar que la curva de la Función Oferta se diferencie
de la actual variando notablemente su pendiente, pues aunque
los ganaderos quieran, no podrán ofertar más cantidad que la
que tienen en las dehesas independientemente del precio que
la Demanda esté dispuesta a pagar. Con esta perspectiva se
concluye que la Oferta no se hará rica. Asunto importante será disponer de la necesaria libertad para que Oferta y Demanda interseccionen en el punto de equilibrio más favorable a ambas funciones; es decir, que la administración no pretenda gobernar el mercado ni dirigir el movimiento de ambas funciones con las gamberradas acostumbradas y que según previene la experiencia, deforma hasta arruinar las buenas soluciones, sino que deje a los usuarios obrar conforme les interese favoreciendo ese obrar. También será importante para tipificar la Demanda cómo esté la cosa económica en el San Juan. Si las perspectivas de estabilidad son razonables, el torero-consumidor que tiene con qué tirar y espera seguir teniéndolo, irá a todas las funciones que pueda; en caso contrario, sólo a algunas. Ahora que de nuevo pintan bastos puede el lector recrearse con este elenco de vacas de los Hermanos Mayoral capturadas pacientemente por Jose Carpita bajo los hermosísimos celajes sobre azul ultramar que cubrían Castronuño rematando este negro agosto. Este género correremos próximamente.
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