GANADERÍA ELADIO VEGAS: AGUANTANDO EN TIEMPOS DE PANDEMIA.

Enrique Carnero Santiago

foto. Jose Carpita & Enrique Carnero

 

 

     La historia del hierro comienza sobre el año 1900, cuando es creada por don Andrés Sánchez de Coquilla, con reses procedentes de don Faustino Udaeta, agregándole posteriormente reses de Veragua y Carreros, cuya procedencia fue eliminada en 1916, sustituyéndolas por otras de Santa Coloma.

     En 1934 fue adquirida por don Justo Sánchez Tabernero una cuarta parte de esta ganadería, la cual anunció a nombre de sus hijos, señores Sánchez Fabrés, siendo dividida la ganadería en 1951, y el lote correspondiente a doña dolores Sánchez Fabrés fue adquirido por don José Matías Bernardos en 1952.

     En 1989 la adquirió don Juan Manuel Criado, S.A. que la anunció a nombre de doña María Auxilio Holgado.

     En 2.000 adquiere los derechos del hierro don Eladio Vegas Alonso, variando el diseño por el actual. Se forma la ganadería con vacas y sementales procedentes de don Santiago Domecq Bohórquez y un semental de “Torrestrella”.

     En 2007 elimina todo lo anterior y adquiere ganado de procedencia Atanasio-Lisardo vía Los Bayones.

     En el año 2010 se utilizaron pajuelas de un semental de Torrestrella, intentando en la actualidad buscar aumentar el porcentaje genético de esta línea. El semental con el que se cubrió tenía el nombre de Barbanegra, mismo nombre que uno lidiado por Paquirri en Madrid en el año 79 en una corrida que le consagro en Las Ventas. En la actualidad ronda las 160 vacas reproductoras.

     Las eralas sin tentar son cubiertas por un semental angus, obteniendo un producto de alto valor tanto por la genética como por la crianza en extensivo en las praderas de “Los Expolios” . De esta manera, aunque no sean aprobadas en el tentadero, se habrán ganado el alimento consumido hasta entonces.
La camada de saca se encuentra en una finca al lado de la antigua granja escuela “El Viejo Chopo”. En los siete cercados se encuentran repartidos animales para dos corridas de toros y cuatro novilladas, que alrededor de mayo pasaran a cuatreños convirtiéndose en toros.
Para cubrir el hueco de esas novilladas con picadores, vienen los correspondientes erales, que en las mismas fechas cumplirán de utreros.

 

    La capa predominante es la negra con accidentales en blancos, en mayor o menor grado, dando por ello muchos burracos. Allí esperan colocados por nota y trapío su destino, truncado por el virus que nos atenaza. Algunos fueron vistos antes de todo el berenjenal por Florito y hubo posibilidades serias de que una novillada acabase en la capital.

     Mientras ametrallábamos con nuestras cámaras hablamos sobre el año, recordamos toros suyos lidiados en Rueda, Coca, SieteIglesias, Sangüesa,… Las correrías de juventud, de D. Francisco Camino, Morante,… Al final, las circunstancias hacen que no haya salido ningún animal para ser lidiado y todos se encuentren allí, sin haber mandado aún ninguno al matadero y asumiendo Eladio los elevados gastos de manutención y cría, sin visos de salida hacia calle o plaza.

     Allí aguantaran mientras se pueda, como lo hacen en las corraletas los dos cinqueños que tenía para esta temporada.

fotos I     fotos II

 

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)