COMIENZA EL XIIº COLEGIO DE LANCEROS DEL PATRONATO DEL TORO DE LA VEGA

Redacción.

 

 

     La mañana del sábado 29 de Marzo tuvo lugar la inauguración del XIIº Colegio de Lanceros del Patronato con un desayuno teórico, donde se impartió la primera lección que versó sobre la lanza y su utilización en el Inmemorial Torneo.
     La lección corrió a cargo de José Ramón Muelas, quien tras reflexionar sobre la gran importancia de las ceremonias tradicionales como fuentes de bienes que con origen en lo común, atañen y se proyectan sobre lo particular, totalmente distintas y aún opuestas a las tan extendidas “folcloradas”, pasó a acotar la materia a impartir tocante a esa profunda ceremonia que era – y volverá a ser- el Inmemorial Torneo : La lanza.

     Declaró que el Inmemorial Torneo es una ceremonia de guerreros, razón por la que rechina éticamente en tiempos donde los parámetros morales son tan aparentemente delicados. El símbolo de la ceremonia y el medio del oficiante es la lanza castellana, arma que tiene la virtud de poner nervioso a todo individuo con resabios feudovasalláticos y exultantes de alegría a los de resabio concejil; es decir, de hombres libres.


      Tras precisar la nomenclatura de las partes del arma, procedió a determinar cual sería su configuración adecuada, para ello presentó el resultado de medir 250 puntas de lanza/arpón anteriores a la Edad del Hierro en espacial el ángulo distal o ángulo formado por la punta del arma (vértice) y los filos (lados el ángulo). Tras evaluar la distribución de frecuencias concluyó que el ángulo distal medio era de 25º; dada la experiencia de aquellos cazadores prehistóricos en penetrar las corazas de sus piezas, ese sería el ángulo ideal; además reflexionó sobre las ventajas e inconvenientes de las hojas romboidales y lanceoladas; la unión hoja-vaso, proponiendo que la hoja quede embutida en el vaso un 60% para dotar al arma de mas consistencia, aceros posibles a utilizar, pulido y afilado, longitud de mástil etc… concluyendo con lo que sería el arma teóricamente más conveniente.

     Tras el arma resumió las zonas de visión del toro, hipótesis sobre localización de objetivos mixta vista/oído, las cuatro fases de su ataque y otros puntos tocantes a contemplar qué puede esperar el lancero cuando inicie el contacto. Precisó dónde se hallan las zonas vulnerables del toro, cómo acceder a ellas y los problemas que aparecerán en el ataque, advirtiendo la necesidad de golpear para abrirse camino por una epidermis resbaladiza asentada sobre una masa muscular y sebácea que impide la aplicación completa de la fuerza que lleva el arma. Respecto a los modos que puede utilizar un lancero para atacar al toro conforme a la Ordenanza del Patronato del Toro de la Vega, desglosó las siguientes situaciones:

Toro en movimiento: Modo al paso

Toro parado: Modo al embestir

    Modo a lanza echada: Submodo I Submodo II Submodo III

Tras detallar minuciosamente la ejecución de estos modos propuso como más conveniente para toro parado, la lanza echada Submodo II

 

     Cualquiera de ellos va a exigir al lancero correr grave riesgo; tan grande como los bienes a obtener y debe tener muy claro que si el torero a cuerpo o a trapo, funda su arte en evacuar la embestida del toro mediante su superioridad cinética en el primer caso y mediante la fijación del toro al trapo en el segundo, y en ambos dando al animal la salida conveniente, el lancero no tienen salida clara, no tiene solución razonable para responder al dilema: ¿Por dónde salgo?.
     En tales pasos recomendó la planificación previa: Antes de atacar es preciso reunir información sobre el toro, el terreno y su topología, los apoyos posibles y una larga lista que fue detallando, haciendo hincapié sobre el concepto que la verdadera fuerza del lancero es su voluntad para conseguir el fin: Destronar a la bestia y tomar la cabeza de Natura.

Termino diciendo:

“Alancear es muy difícil.....más que cortar, más que torear, siempre con la duda revoloteando, sin salida clara, sin socorro claro, entre polvo, voces, caballos en remolino y miedos, hundido en el arenal, sólo con uno mismo y con los miedos más profundos en el yunque que forja, en la fragua que templa.... trabajo de héroes y no de artistas”.

     Tras la teórica se desplazó el Colegio a los arenales de la Vega donde bajo la dirección de José Luis Abril Antón se practicaron los modos de alanceamiento sobre carretón y los ejercicios de coordinación para alancear en movimiento sobre blancos estáticos en terreno real y con puntos de impacto de tamaño real.

     Cerró la mañana con almuerzo a la lumbre donde se trataron las experiencias de alanceamiento en el Inmemorial Torneo, éxitos y fracasos, nombres propios de torneantes y lanceros ilustres y sobre todo –como precisó uno de los alumnos- mantener viva la llama de nuestra Tradición mediante la vía oral .

 

Patronato del Toro de la Vega. Tordesillas (Valladolid)