1987

Pregonó esta fiesta el ex Director del Archivo General de Simancas D. Amando Represa Rodríguez, el que dejó dicho: "El Toro de la Vega es el único espectáculo taurino de neta raíz medieval que aún se conserva en España".

Se adquirió el toro "Presumido" de Arturo Covaleda, negro y bien armado, pero que en el encierro nocturno fue muy protestado y tras los abucheos, el Ayuntamiento decidió sustituirle por un toro de Jumillano, bien presentado también pero que se rompería una pata en el Empedrado. Tras ser apuntillado, fue sustituido por "Tornero" de Asunción Labajos, de Tordesillas, con 460 kilos de peso.

Tomó la cañada de Foncastín y alanceó Félix López Ramón, El toro se va hacia el campo de tiro y, cruzando el arenal de la vega, gira hacia el sur, entrando en el pinar de la Villa. Tan ligero que sólo pudieron seguirle jinetes. Cruzó el pinar pequeño y salió al llano de las Salinas donde hirió al torneante de a caballo José de la Cruz. Allí, Felipe Abril "carpita", muy decidido, alanceó a "Tornero" de forma efectiva y precisa, aunque en una de las entradas tropezó y cayó a escasos metros del toro, sin que éste le embistiera.

Comenzó la distribución de la partitura denominada "Danza del Toro de la Vega" con el fin de contribuir al esplendor de la fiesta y que está compuesta por Jorge Bayón Muñoz.

El 18 de agosto se publica la fotografía de un buen mozo, corniveleto, negro meano y astifino para Toro de la Vega 87, en el Norte de Castilla.

El Patronato del Toro de la Vega pide por escrito al Ayuntamiento de Tordesillas que el puente de la villa se denomino del Toro de la Vega y que su figura se incorpore al escudo de la población. Dicho Patronato publica el tercer cuadernillo de divulgación.

Cincuenta y cinco minutos emocionantes duró el torneo bajo un sol de justicia. El Toro de la Vega murió entre pinares ante 45.000 personas. "·Casi una hora duró el tradicional torneo del Toro de la Vega con la lidia de "Tornero" de la ganadería de Asunción Labajos, al partirse una pata el toro titular, después de ser citado por un mozo y resbalar el animal en el asflato".

El toro "Tornero" se introdujo en el pinar del pago de Valdegalindo y en una zona de junqueras el joven tordesillano, Felipe Abril Antón, le propinó un certero lanzazo como mandan los cánones y ordenanzas, proclamándose así vencedor del torneo.

El Presidente del Patronato del Toro de la Vega, Antonio Santander, remitió a la correspondiente comisión del Partlamento Europeo un dossier en el que desarrollo una extraordinaria defensa del universal torneo y que es el "biotipo constitucional de la fiesta brava".

En esta defensa ante el Parlamento Europeo el Sr. Santander afirma en su escrito que el inmemorial torneo está protegido por la Ley 16/1985 en cuyo preámbulo se dice que el Patrimonio Histórico Español es el principal testigo de la contribución histórica de los españoles a la civilización universal. La protección y enriquecimiento de los bienes que lo integran constituyen obligaciones fundamentales que vincular a todos los poderes públicos según el mandato que a los mismos dirige el artículo 46 de la norma constitucional. Esta ley consagra una nueva definición del Patrimonio Histórico y amplia notablemente su extensión. En ella quedan comprendidos los bienes muebles e inmuebles que lo constituyen, el patrimonio arqueológico y etnográfico, del que es un clarísimo ejemplo el Toro de la Vega, los museos, archivos, bibliotecas de titularidad estatal, así como el patrimonio documental y bibliográfico...

Según esta defensa, "es de aplicación el artículo 47.3 cuando se dice que se considera que tienen valor etnográfico y gozarán de protección administrativa aquellos conocimientos o actividades que procedan de modelos o técnicas tradicionales utiliados por una determinada comunidad".

En el dossier enviado al Parlamento Europeo subraya "que la definición y el concepto del Toro de la Vega como patrimonio etnográfico sometido a la protección de la Ley de Patrimonio Histórico Español no es únicamente la interpretación de un jurista sino la de los más eminentes, como auténticos peritos, etnólogos del mundo". Se citan entre otros especialistas al profesor Julian Pitt Rivers, catedrático de antropología en la Universidad de la Sorbona de París, famoso en todo el mundo por sus trabajos en la materia, quien escogió el tema del Toro de la Vega para su conferencia inaugural del Cruso 85/86 del Museo Etnográfico de Madrid.

Según el Sr. Santander "la única Ley del Toro de la Vega es la costumbre. Esta ha sido la norma nque no sólo ha creado la Institución, sino que se ha encargado de perpeturarla y convendrá recordar que la costumbre en derecho es una de las fuentes creadoras de las normas jurídicas. Sociológicamente es análoga al uso, o sea, a la repetición de actos por parte de la comunidad, en este caso de Tordesillas".

Concluye esta defensa diciendo que "los tordesillanos de estirpe no son únicamente los ejecutores del torneo del Toro de la Vega, los realizadores de un guión singularísimo de una técnica tradicional protegida por la Ley de Patrimonio Histórico, sino que el Toro de la Vega es su propia vida, es su sangre y que el principal derecho del hombre es el que tiene a la propia vida, lo que le lleva a afirmar que acudirá no solamente al Parlamento Europeo, sino a todos los foros internacionales precisos, pues las minorías como en este caso la de Tordesillas con su Toro de la Vega, tienen los mismos derechos que las mayorías".

 

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